Radiografía de la despoblación en España

De los casi 50 millones de habitantes que tiene nuestro país, el 90% de la población está concentrada en poco más del 30% del territorio

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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De los 47 millones de personas que viven en España, el 90% de la población está concentrada en poco más del 30% del territorio. O lo que es lo mismo, el 70% tiene una densidad de población parecida a la de Siberia. Esta sangría demográfica no es nueva, sino que viene de lejos: concretamente, de 70 años atrás. Un informe presentado esta semana por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), confirma estos datos.

Se trata de una radiografía que dibuja un mapa de la despoblación en España de los últimos 25 años. Una brecha demográfica, económica y de valores. Jorge Díaz-Lanchas, coautor de este informe y profesor de Economía en ICADE detalla que "estas diferencias surgen por las diferencias económicas de los salarios entre las zonas urbanas y las no urbanas es muy abultada, lo que propicia que los jóvenes se desplacen desde los municipios pequeños a las ciudades grandes".

Díaz-Lanchas explica que la despoblación en España no es nada uniforme. De hecho, entre 1996 y 2020, la población de municipios pequeños y rurales ha crecido un 9,6%, pero eso sí, de forma desigual. En Madrid ha subido un 45%, en Murcia un 34% y en Cataluña un 31%. Sin embargo, en otras comunidades autónomas como Asturias ha bajado un 27%, en Castilla y León casi un 20%, en Galicia un 17% y en Extremadura un 9,5%.

Los motivos, según el co-autor de este informe, tienen que ver con que "ciertos territorios, que no son tan productivos a nivel geográfico o de conectividad, van perdiendo relativamente atractivo respecto a las zonas urbanas". Además de los servicios, se une otra causa: la profunda brecha económica entre la ciudad y las zonas rurales. Y es que, mientras las urbes concentran el 65% del empleo, los pueblos concentran poco más del 2%. Los sueldos también son dispares. Los que viven en las grandes ciudades tienen una nómina de casi 5.000 euros más al año.

Los motivos por los que los jóvenes formados se marchan de las zonas rurales están relacionados con que la calidad de vida que ofrecen las ciudades pequeñas no es un atractivo suficiente para retener este talento.También hay excepciones.

María es de Madrid, aunque ha vivido en Londres, y en Latinoamérica. Sin embargo, decidió volver junto a su marido al pueblo de su infancia, y trabajar en el negocio de sus abuelos, una piscifactoria. Aprendieron el oficio, y son un ejemplo más de que en el mundo rural siempre hay oportunidades.