COPE hace balance de las lluvias del último mes: embalses que no se llenan y grandes perjuicios al campo
En el Valle del Jerte se ha perdido el 80% de la cosecha de cerezas. Agricultores de Cáceres, Almería y Zaragoza cuentan en La Mañana del Fin de Semana las trágicas consecuencias
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La borrasca Óscar, que se marcha en las próximas horas, ha dejado lluvias abundantes, sobre todo, en el norte y el este de la península. Las precipitaciones llevan siendo prácticamente continuas el último mes, pero no son suficientes para que los embalses se recuperen. De hecho, siguen disminuyendo lentamente su capacidad.
La pregunta que nos hacemos al conocer este dato es: ¿por qué si no para de llover, nuestras reservas de agua siguen bajando? Nos responde el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Rubén del Campo.
"En realidad, gracias a estas precipitaciones, lo que se ha conseguido es que la bajada del agua embalsada no haya sido más rápida porque hay que pensar que esta época del año, las demandas de agua para riego u otros sectores, es mayor que en otoño y en invierno", explica.
Lluvias desiguales que, al menos, han hecho que se humedezca el suelo y disminuya lo que se denomina "estrés hídrico". Aunque solo en algunas zonas. Pero que también han dejado trombas de agua importantes en sitios que ya estaban inundados.
Con lo que está lloviendo en este último mes y medio podríamos decir aquello de que "nunca llueve a gusto de todos". Por ello, en La Mañana del Fin de Semana de COPE han analizado cómo ha afectado estas precipitaciones según la región de España.
El 80 % de la cosecha de cereza del Valle del Jerte se ha perdido
En la zona del Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres, las lluvias de los últimos días han provocado que casi el 80 % de la cosecha de la cereza de este año se haya echado a perder. Es la estimación que hace a COPE, el presidente de la Mancomunidad del Valle del Jerte y agricultor, Jose Ramón Herrero.
"Si nos podemos a valorar, las pérdidas son de 70 millones de euros en el Valle del Jerte y comarcas colindantes como puede ser en la Vera, el Ambroz o las Hurdes. Desde todas estas mancomunidades estamos trabajando para declararlas zonas catastróficas", informa.
Cuestión que la Junta de Extremadura ha trasladado al Gobierno central. Allí, en la zona del Jerte, solo han logrado salvar el 20 % de la fruta temprana que ya se había recogido. Estas intensas lluvias han arruinado a familias enteras que viven de cosechar este producto.
"Somos 11.000 habitantes, viven directamente de la cereza, el 90 % de la población, estamos hablando de 5.000 o 6.000 familias que viven solo de la cereza, gente que no percibe ningún otro ingreso en su familia que no sea de la cereza", lamenta el presidente de la Mancomunidad del Valle del Jerte.
Pérdidas millonarias que pueden disparar, además, el precio de la cereza y los frutos rojos.
Porque las intensas precipitaciones se han sumado al fenómeno contrario, a la falta de lluvias de los últimos meses, por lo que ya se daba por perdida el 80 % de cosecha de los cereales de secano. Ahora se suma el 40 % de la cosecha de frutas y hortalizas en la campiña sevillana o el 25 % de la uva en Cádiz. Además de un recorte del 30 % del cultivo de sandía en Lorca, en Murcia.
Esta es otra zona muy afectada por las últimas lluvias como relata Andrés, agricultor de frutas y verduras en el norte de Almería.
"Está lloviendo a base de trombas de agua, en zonas que ya están inundadas continúa lloviendo y hay sitios en los que no ha llovido. Hay cultivos para los que la lluvia de ahora ya no resuelven la sequía, lo resolverá para el año que viene, para algunos sitios está siendo muy dañina como en las hortalizas al aire libre", cuenta en La Mañana de Fin de Semana.
Las lluvias han llegado tarde
Para el resto de Almería, sin embargo, estas lluvias sí que han sido positivas, aunque este agricultor insiste en que las precipitaciones han llegado tarde y solo sirven para aumentar las reservas de agua de cara a la campaña del año que viene. Esta temporada han conseguido salvar los muebles de los cultivos de regadío gracias a la desalación. Mientras que en los cereales y los frutos secos, se traducen en pérdidas.
"Ha habido encarecimiento de costes, pero el sector de Almería ha podido salvarse gracias a la desalación y a las aguas depuradas porque no teníamos otros recursos. ¿Esto se puede trasladar a otras zonas de producción? Pues en algunos casos sí, en otros no", explica.
En Extremadura o Murcia han caído trombas de agua. En Almería agradecen estas precipitaciones y en otras zonas como el interior de Zaragoza, siguen esperando a que llueva con fuerza.
Apenas han caído en la región aragonesa 10 o 20 litros diarios que han llegado tarde para el cereal de invierno. De hecho, nada de la zona de secano se va a poder cosechar. Mientras, en la parte de regadío, apenas pueden aprovechar las pocas lluvias que han caído de cara a los cultivos de este verano. Miguel Salas, agricultor de Zaragoza.
"No hay cosecha, todo perdido. Tengo mitad y mitad y el regadío, lo que hemos podido regar, sí se va a poder cosechar, pero el secano, todo perdido ni un grano, no vamos a poder pasar ni la cosechadora. En la parte del regadío, hemos tenido que poner cultivos menos productivos que requieren menos agua y vamos a tener que dejar tierras sin cultivar porque no tenemos agua para todo", lamenta en La Mañana del Fin de Semana.
De cara al verano, estiman que cosecharán en torno a un 40 % menos de lo habitual. Los agricultores tendrán que optar por cultivos menos productivos que requieran menos agua.
"Este verano se va a poder cultivar menos del 50 % de lo normal", advierte el agricultor aragonés.
Esta es la fotografía que han dejado las desiguales lluvias de estos días que apenas sirven para paliar los efectos de la sequía y que, sin embargo, en algunos casos han terminado de ahogar al sector de la agricultura con las trombas de agua registradas en zonas como la del Valle del Jerte.
Algo que choca con la necesidad de que, para terminar con la falta de agua, debería seguir lloviendo sin parar los próximos dos meses. De momento lo ha hecho el último mes, prácticamente de seguido, pero no ha ayudado a incrementar las reservas de los embalses españoles, que se encuentran solo al 47,4 % de su capacidad, según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
¿Va a seguir lloviendo en los próximos días?
¿Cómo va a ser el tiempo la próxima semana? ¿Seguirán las tormentas descargando, incluso granizo, en algunos puntos de nuestra geografía?
La primera mitad de la semana que comenzará este lunes 12 de junio, tendremos el paso de una DANA que va a inestabilizar la atmósfera. Se producirán chubascos en la Península y Baleares, aunque no serán tan generalizados como los de la semana que está terminado.
El lunes, esos chubascos afectarán principalmente a la mitad norte peninsular, con tormentas ocasionales que pueden ser fuertes y con granizo en zonas de montaña. Las temperaturas subirán por el Mediterráneo y Canarias.
El martes seguiremos con chubascos tormentosos que van a afectar al norte, centro y este peninsular, con especial incidencia en el área mediterránea. Las temperaturas van a bajar, salvo por el extremo oeste de la Península.
El miércoles se va a ir imponiendo el tiempo seco y soleado por la vertiente atlántica peninsular. Todavía esperamos actividad tormentosa por el nordeste y Baleares. Se va a producir una subida general de las temperaturas.
A partir del jueves...
Todo apunta a que, a partir del jueves, vendrán unos días de marcada estabilidad atmosférica, despejándose los cielos en la mayor parte del país y subiendo de forma acusada las temperaturas.
El tiempo tormentoso nos dará una tregua. Habrá nubes de evolución diurna en las montañas de la mitad norte peninsular, que como mucho podrán dar lugar a alguna tormenta local vespertina.
El aumento de las temperaturas será progresivo, terminando la semana con ambiente caluroso en la mayor parte del país. El próximo fin de semana las temperaturas máximas en el interior de Andalucía es probable que superen los 35º, acercándose en algunas localidades a los 40º ya propios del verano.