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El director de 'La Linterna', Ángel Expósito, destaca el trabajo y la dedicación de los sanitarios y de las Fuerzas Armadas, frente a la gestión del Gobierno.

Es muy difícil ser optimista, con la que tenemos encima y con la que se avecina, pero lo voy intentar. Quiero creer que de este desastre sanitario y de este desastre de gestión vamos a salir mejores. Por ejemplo, en el orden de prioridades e importancias.

Expósito analiza la gestión del Gobierno en la pandemia

La verdad es que la clase política nos lo está poniendo a "güevo" para valorar como se merecen a los más importantes. Un ministro pierde el juicio, nunca mejor dicho, y monta una crisis nada menos que entre el ministerio del Interior y el poder judicial. Y en este momento.

El vicepresidente del Gobierno provoca y provoca, como buen profesional del chavismo y se chulea y se pavonea ante sus súbditos, secuaces y asesoras. Y el presidente cede y vuelve acceder ante unos socios imposibles. Comprando escaños y votos, diputados y votantes a base de políticas y dinero.

Todo ello mientras asistimos a un indisimulado duelo en el seno del Consejo de Ministros entre una vicepresidenta económica que intenta defender la lógica europea y el provocador profesional acompañado de sus círculos. Problema: Está claro con quien va el Presidente del Gobierno. Con él.

Visto el panorama, vuelvo al optimismo de supervivencia y me fijo en dos enormes colectivos que nos han sacado de ésta y que lo van a seguir haciendo. Ni son golpistas, ni suponen un gasto superfluo. Este fin de semana vivimos un día de las Fuerzas Armadas muy extraño. Entre el luto sincero por los muertos y la satisfacción del deber cumplido. Entre las lágrimas o el olor a lejía y el orgullo. Entre la obediencia debida y tanta provocación.

Yo entiendo, sinceramente, que el presidente y el vicepresidente del Gobierno no sepan qué es eso. A mí me cuesta entenderlo, pero para la inmensísima mayoría de ellos, el Honor es una bandera. Una divisa que llevan plasmada en el hombro. Y en el alma.

El presidente del Gobierno descubrió hace tres meses que no son un gasto superfluo y el vicepresidente piensa que alguien les está empujando a dar un golpe de Estado. En el primer caso, ya le vale. En el segundo, ¡Qué ignorante! o algo peor.

A la vez,el ministro del Interior se entera ahora de que los mismos que le salvaron la vida varias veces, y que visten de verde, llevan esa misma divisa en el corazón: El honor.

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No. Los protagonistas de este Día --tan raro-- de las Fuerzas Armadas no son golpistas, ni un gasto superfluo. Lo mismo se empapan de lejía en una residencia de ancianos que combaten cuerpo a cuerpo con un comando yihadista. Igual ayudan a nuestras monjas y misioneros en África que asisten en la liberación de Mosul.

Yo les he visto salvar vidas en el Mediterráneo con una humanidad indescriptible y he visto a la Guardia Real repartir comida del Banco de Alimentos. Esos mismos guardias civiles que han repartido deberes para los niños sin Internet. Esos mismos detienen a un terrorista en la puerta de TU casa.

Yo he visto a los mismos "boinas verdes" salvar a la gente que se ahogaba en las inundaciones de Orihuela o descender de un helicóptero en Bagdad procedentes del infierno. Aunque uno acabe de descubrir que no son un gasto superfluo y el otro sospeche que van a dar un golpe de estado, que sepan los verdaderos protagonistas que la mayoría, estamos con ellos. Y con su Jefe vestido de uniforme, aunque les moleste.

Expósito, sobre los sanitarios de la atención primaria

Y me detengo un minuto en otro colectivo. Dentro de una hora, en nuestro 'Tema del día' te voy a presentar a otras heroínas de estos meses y lo que les queda. Creo que no hemos agradecido lo suficiente a los médicos y enfermeras de atención primaria lo que han hecho. Y hacen. Hemos hablado y con razón de las UCIs, las urgencias, el IFEMA, ¿pero y el centro de salud de tu barrio?

Rubén y yo hemos pasado la mañana en el Centro de Atención primaria de Rejas, en el madrileño barrio de Canillejas. Con la pediatra, las enfermeras, las doctoras y el personal auxiliar. Y nos han contado sus miedos, los contagios, lo que están aprendiendo y lo orgullosas que se sienten de sí mismas.

Nos han contado cómo el párroco les llenó de flores el centro de salud en los peores momentos. Cómo se contagiaron y han vuelto o qué sintieron cuando fueron destinadas al hospital de IFEMA, como se sentían con los aplausos, el cariño y la disciplina de los vecinos.

Te lo vamos a contar en un rato en nuestro 'Tema del día'. ¿Y sabes qué? Que hay un denominador común entre los que visten uniforme caqui, azul, verde o blanco y en quienes lucen bata Blanca o pijama verde, ese denominador común es el equipo. Son equipos indestructibles. Leales entre sí. Orgullosos e incansables. Todo lo contrario que la política que nos gobierna.

Por eso estoy seguro de que esos, las mejores, nos van a sacar de ésta. A pesar de las provocaciones y de la política que nos inunda.