"Hasta ahora, lo filtrado y autorizado por el propio Ábalos, porque le interesa, veremos cuando lleguen al juzgado los informes de la UCO"

Expósito analiza en La Linterna todo lo que ha dejado tras de sí los mensajes de Whatsapp entre Ábalos y Sánchez y las implicaciones que puede tener en los próximos días

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Vaya semanita, se la querían perder, nos la queríamos perder. Meten una coctelera, así al mogollón, una lista de nombres y sus respectivos Whatsapps cruzados. José Luis Ábalos, Pedro Sánchez, Koldo, Hidalgo, Begoña, Santos Cerdán, María Jesús Montero. Los referidos, García Page, Fernández Vara, Margarita Robles, Felipe González, Lambán, Nadia Calviño. Preguntas y dudas de un culebrón que efectivamente, tiene razón Sánchez, es casquería.

Uno: el dueño de la casquería es Ábalos. Y el encargado de la casquería, su cuidador, Koldo. Para casquería, los contratos a las sobrinitas en empresas públicas, el pisito de Plaza España, el catálogo, las fotos, los paradores. Para casquería, los motes de 'La 20 Minutos' o 'La de Gijón'.

Dos: ¿por qué? ¿Qué hay detrás de que el tronco de María Jesús Montero autorizara difundir sus propios mensajes?

Tres: me pregunto, si Pedro sigue echando de menos la amistad y el criterio político de José. Si José sigue siendo el tronco de la vicepresidenta Montero. ¿Alguien se fía de Ábalos? Por cierto, las feministas y progresistas oficiales, siguen sin decir ni mu, de las andanzas del jefe y el encargado de la casquería. Y ojo, hasta ahora, lo filtrado y autorizado por el propio Ábalos, porque le interesa, veremos cuando lleguen al juzgado los informes de la UCO, porque faltan la inmensa cantidad de archivos incautados de esa casquería. En concluyendo, la peste no ha hecho más que empezar, el hedor es de imprevisibles consecuencias.

La cumbre de Estambul

La atención del mundo sigue puesta en Estambul, La atención del mundo sigue puesta en Estambul, en el plantón de Putin, la jugada de póker de Donald Trump, la puesta en escena y el papel de Turquía, y no lo olvidemos, la resistencia de Zelensky y de los ucranianos. Lo último, sobre la guerra de Ucrania.

Por fin, tres años después, se han visto las caras ucranianos y rusos, de quinta fila, lo que quieras, pero algo es algo. No han estado ni Zelenski ni Putin, Putin les dio plantón, pero al menos ha servido para que veamos algún avance. Ambos países han acordado intercambiar 2.000 prisioneros de guerra, 1.000 de cada bando. Rusia dice que está satisfecha con este encuentro y asegura que van a seguir hablando en esas conversaciones.

Analizarían las propuestas para un posible alto el fuego. En fin, no doy un duro, pero... Ucrania se limita a decir que van a seguir trabajando en varias modalidades y que intercambiarán documentos. Insisten, además, en que tiene que haber una reunión entre Putin y Zelenski, que Moscú no descarta, pero cuán largo me lo fiáis. En fin, así está el mundo, así está España, y lo que te rondaré.