El descubrimiento que desmontaría la teoría del primer australopithecus: "Una nueva especie desconocida hasta ahora"

Jorge Alcalde le cuenta a Ángel Expósito la teoría que circula por las revistas de ciencia: un descubrimiento reciente parece indicar que 'Lucy' no fue el primer ser humano

Lucy

Xavi Laso

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En el yacimiento etíope de Woranso-Mille, hace ya unos años, encontraron fragmentos de un pie que parecían de un australopitecus como Lucy. Pero la revista Nature acaba de publicar que no: pertenecen a otra especie completamente distinta que convivió con los Australopithecus afarensis. 

Huesos del nuevo australopithecus

adios a la idea de que lucy era la única abuela

Hasta ahora creíamos que Lucy era la única especie en esa época, el tronco común del que salimos todos. Jorge Alcalde lo desmonta: «Pensábamos que el ancestro común a todos los homínidos, algo así como el abuelo o la abuela de la que partieron luego otros muchos homínidos y posteriormente el ser humano, era Lucy. Y que no había otro, que Lucy convivió con nadie más parecido de su especie»

Pues sí había. Esta nueva especie, bautizada Australopithecus deyiremeda (nombre local etíope), demuestra que hubo al menos dos líneas diferentes caminando erguidas al mismo tiempo. 

Andrea Izzotti

Lucy

¿qué cuentan 8 huesos del pie? muchos

Con solo ocho huesecillos y algunas dentaduras antiguas, los científicos han deducido que este “primo” ya era bípedo. Jorge Alcalde: «La forma del dedo gordo de parte de las falanges asemeja a la de Lucy y, por lo tanto, a un animal capaz de andar sobre dos patas. Por lo tanto, a nosotros»

Pero todavía conservaba rasgos arborícolas: «Seguía subiéndose a los árboles. Tenía cierta capacidad prensil, de atrapar las ramas con los dedos de los pies y de las manos». 

Huesos Austrapolithecus

¿cómo convivieron?

Alcalde plantea las grandes preguntas que ahora se abren: «Se va a tener que investigar mucho cómo convivieron y qué relación han tenido esa nueva especie con las futuras especies entre las que estamos nosotros. Hay dos versiones: una, que hibridaran y otra, que simplemente convivieron

Está claro que no se mataron una a otra. Fueron capaces de convivir. Probablemente cada uno ocupó su nicho: uno más en la sabana, otro en zonas boscosas. +Lucy ya no está sola. Tenía un vecino (o vecina) que también caminaba sobre dos patas hace 3,5 millones de años. Y el árbol familiar humano, de pronto, tiene una rama nueva que nadie esperaba. 

Lucy

el árbol humano se ramifica más de lo que creíamos

Este descubrimiento, con solo ocho pequeños huesos de un pie, nos recuerda lo frágil y a la vez lo apasionante que es la paleoantropología: una falange puede tirar por tierra décadas de certezas. Lucy deja de ser la única estrella del Plioceno etíope y pasa a compartir escenario con un primo cercano que también caminaba erguido, pero que quizá aún dormía en los árboles. 

Como resumía Jorge Alcalde, «está claro que antes que ellos tuvo que haber otro ancestro primitivo, quizá de 7 millones de años». La evolución humana no fue una escalera ordenada, sino un matorral lleno de caminos que se bifurcan, se cruzan o simplemente coexisten. Y lo más bonito: cada nuevo huesecillo encontrado nos obliga a reescribir el libro, demostrándonos que, cuanto más sabemos, más humildes deberíamos ser ante la inmensidad de nuestro propio pasado.