Un hogar para personas con discapacidad

Celeste tiene 57 años y un 70% de discapacidad intelectual. Cuando terminó su época escolar empezó a recibir las ayudas de CÍRVITE, una asociación sin ánimo de lucro que defiende los derechos de las personas con discapacidad y de sus familias. Precisamente fueron ellos, los familiares, los padres de estos chicos, los que fundaron la asociación.

“Las familias observaban que para sus hijos con discapacidad, después del colegio, no había la alternativa de educación ni alternativa de empleo. Las personas con discapacidad se quedaban en sus casas sin hacer nada porque no había una respuesta en el entorno. Un grupo de padres y madres decidieron juntarse y crear lo que ahora es CÍRVITE”, ha explicado Jonatan Arroyo, director de CÍRVITE.

Allí se encargan de mejorar su vida. Tienen una bolsa de trabajo y actividades dentro del centro para que el tiempo que pasen allí sea sinónimo de calidad de vida. Así, consiguen que estas personas, como Celeste, al salir del cole puedan sentirse adultas e independientes.

“Hago cerámica, acudo al club de lectura. También participo, cada dos lunes, en el Anuario de CÍRVITE”

Pero ahora, los padres que fundaron CÍRVITE hace 40 años han encontrado un nuevo obstáculo. Ellos están envejeciendo y no pueden hacerse cargo de sus hijos. Actualmente, la media de edad de las personas que integran la asociación ronda los 50 años, el 70% padece algún tipo de enfermedad crónica o necesita algún tipo de apoyo para hacer frente al envejecimiento prematuro. Es ahí donde entra en juego la Fundación Mapfre aportan medios para que puedan construir una residencia... el objetivo es que pasen allí los últimos años de su vida. Allí es precisamente donde vive Celeste.

“En mi caso estoy a gusto con mis compañeros. Al principio, estaba portada, pero ya es mi casa, estoy muy contenta con el centro”

Celeste está bajo la tutela de CÍRVITE desde que sus padres fallecieron. Gracias a ellos se ha convertido en la representante de personas con discapacidad de la Comunidad de Madrid para ella son su familia.

“La tutoría de CÍRVITE es mi familia. Si le digo que necesito algo,, ellos me lo consiguen. Para ahora o para dentro de dos días, pero me lo consiguen”

El nuevo proyecto consiste en construir una nueva residencia. 1200 personas están en lista de espera para acceder a este servicio. El objetivo es que, con el apoyo de la Fundación MAPFRE, el nuevo centro sea capaz de generar su propia energía a través del autoconsumo y que sea respetuoso con el medio ambiente.

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