El cardenal Omella desvela cómo ha vivido su primer cónclave y la virtud que más le ha sorprendido del Papa León XIV: "Dialoga y comparte”

El arzobispo de Barcelona ha definido en 'La Linterna de la Iglesia' a Robert Prevost como “un hombre sencillo, muy humilde y muy preparado intelectualmente”, y ensalza el legado que deja su antecesor, el Papa Francisco

José Melero Campos

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“Es un hombre sencillo, muy humilde, muy preparado intelectualmente”. Con estas palabras ha definido en 'La Linterna de la Iglesia' el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, a León XIV, el nuevo Papa elegido este jueves por el Colegio Cardenalicio.

Y es que Omella ha conocido bien a Robert Prevost en su etapa en el Dicasterio para los Obispos. Para el cardenal español, el nuevo Pontífice tiene una visión global del mundo, que conoce bien gracias a su etapa como Superior General de los Agustinos, a lo que se suma sus años de pastor en Chiclayo (Perú) y misionero.

“Es un hombre con olor a oveja, con el lenguaje del Papa Francisco, un hombre preparado, sencillo y una virtud que me ha sorprendido: que escucha mucho, y al final responde, habla pero contando mucho con tu opinión. Un hombre que escucha, dialoga y comparte”, ha aseverado Omella.

Para el arzobispo de Barcelona, la elección de Prevost del nombre León XIV hace referencia a la Doctrina Social de la Iglesia, que como remarcaba Juan Pablo II “es parte integrante de la evangelización y la catequesis. De ahí vienen los temas de la paz, la justicia social o el tema de la familia”, ha recalcado.

Omella revela cómo ha vivido el momento de la votación a León XIV: “Es votar a una persona que representa a Jesucristo"

Cuestionado por el momento de la votación de los cardenales en la Capilla Sixtina, Omella lo ha vivido con mucha emoción, no solo por ser su primer cónclave, sino por la responsabilidad que conlleva la elección: “Es votar a una persona que representa a Jesucristo, que va a guiar la Iglesia que está extendida por todos los rincones del mundo”.

Y es que como subraya Omella, el obispo de Roma ha de dar respuesta “a todas las preocupaciones que tiene el ser humano en los distintos continentes del mundo en unos momentos donde hay confrontación, insolidaridad, donde hay gente que muere del hambre y otra que suben a la luna”, por lo que tiene que buscar la vía para que “todos nos sintamos hermanos, nos queramos y nos ayudemos”.

Sobre la universalidad de la Iglesia, y que ha quedado reflejado en este cónclave con representación de 70 países, el titular de la archidiócesis catalana ha hecho hincapié en que su extensión no impide que les una la hermandad.

“Puedes hablar con el que viene de Guinea Papúa, el que viene de Rusia, el que viene de Ucrania y te entiendes porque por encima de la lengua está el amor. Nos sentimos hermanos y cuanto más abramos los ojos y nos veamos no en esa pequeñita España o el rincón de mi pequeño, sino que soy hermano de una gran familia”.

La última encíclica del Papa Francisco, clave para afrontar esta nueva etapa en la iglesia 

El cardenal Omella también ha sido preguntado en 'La Linterna de la Iglesia' por la manera en el que la Iglesia debe afrontar esta nueva etapa con Prevost al frente, y en este ámbito lo tiene claro: con confianza y esperanza, haciendo alusión al legado que deja el Pontificado de Francisco.

“En la penúltima carta que nos escribió fue en el Sínodo de las Sinodalidad el 1 de octubre que se titulaba 'C'est la confiance', la confianza en Dios que a pesar de todo guía por los buenos caminos”. Una carta, recuerda el arzobispo de Barcelona, que fue completada con la última encíclica de Jorge Mario Bergoglio, 'Dilexit nos' en la que hace referencia que Dios nos amó hasta el final.

“Es lo que resume todo el mensaje que el Papa quiso transmitir a la Iglesia y que él intentó vivirlo aún sabiendo que se iba, que su enfermedad era grave y hasta el último momento quiso bajar para saludar al pueblo y pidiendo recen por mi. Se despidió el día de Pascua con la bendición 'Urbi et Orbi' sabiendo que ni podía bendecir ni hablar, pero aquí estoy amando esta humanidad que tanto he querido y tanto he rezado por él. Este legado el Papa León XIV también lo está intentando vivir”, ha reflexionado.