Francisco Javier Olivera, misionero en Mongolia: "El catolicismo ha recibido una buena acogida"
El papa Francisco visita durante este fin de semana este país del este de Asia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En Mongolia lleva 9 años el padre Francisco Javier Olivera, misionero desde los 19. Él es uno de los 80 misioneros que hay Mongolia, 24 de ellos, sacerdotes de diferentes nacionalidades y congregaciones. Francisco Javier pertenece al Camino Neocatecumenal y este es su tercer territorio de misión, después de Japón y China.
Cuando este sacerdote nació en Salamanca hace 50 años, su madre le pidió a Dios que fuese misionero en Asia. Algo que se ha cumplido al pie de la letra. Pasó en Japón 16 años, luego 8 en china y, ahora, otros 9 en Mongolia. Un país en el que el catolicismo representa un porcentaje muy bajo. Casi testimonial. Pero que ha aportado unos valores nuevos a una sociedad que, como nos cuenta Francisco Javier, vive el día a día con mucha espiritualidad… ya sea a través del del budismo, del chamanismo o ahora del cristianismo. Es algo que a él siempre le ha sorprendido mucho.
Una religión que trae aire fresco a Mongolia
Al tratarse de una religión que vinculan con el extranjero, muchos mongoles desconfían. Esto es porque el país ha sufrido mucha represión a lo largo de su historia reciente, tanto de China como de la Unión Soviética. Y también porque cuando ven a un extranjero piensan que es alguien que va a su país y a enriquecerse a su costa. Pero como dices, Natxo, la mayoría ven el catolicismo como algo bueno, algo nuevo y fresco para el país. El viaje del Papa ha despertado este viaje en la mayoría de los mongoles. Sobre todo por parte de los cristianos, que están entusiasmados. Un viaje que se prolongará hasta el lunes y en el que el pontífice conocerá la realidad de este país de Asia oriental.