El Papa Francisco en la Misa en Santa Marta

El Evangelio debe ser proclamado con sencillez y generosidad

"No tengo riqueza, mi riqueza es el único regalo que he recibido, es Dios: ¡ésta es nuestra riqueza!" Así ha hablado el Papa Francisco en su homilía de esta mañana en la que ha hablado de la gratuidad de la Iglesia y de quienes la forman: "Lo que yo he recibido gratuitamente debo darlo gratuitamente".

Papa Francisco durante la Misa en Santa Marta. NEWS.VA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Todo es gracia. Todo. ¿Y cuáles son las señales de un apóstol vive en la gratuidad? Hay muchas, pero destacan sólo dos: En primer lugar, la pobreza. El anuncio del Evangelio debe ir por el camino de la pobreza. El testimonio de esta pobreza: No tengo riqueza, mi riqueza es el único regalo que he recibido, esta gratuidad Dios. ¡Ésta es nuestra riqueza! Y esto no salva de la pobreza para convertirse en organizadores, emprendedores ... Hay que llevar a cabo las obras de la Iglesia, y algunas son un poco complicadas; pero con el corazón de la pobreza, no con el corazón de la inversión o un negocio, ¿sabes? " En segundo lugar está la capacidad para alabar al Señor. Y cuando encontramos a los apóstoles que quieren hacer una Iglesia rica y una Iglesia sin la gratuidad de la alabanza, la Iglesia se convierte en una ONG. Hoy le pedimos al Señor la gracia de reconocer su generosidad: "Gratis recibisteis, dadlo gratis".