José Fernández Torres, 'Tomatito' lleva vinculado al flamenco toda la vida. Su madre no quería que fuese artista, pero su padre vio su potencial y le dio la oportunidad. Lo llevó a Málaga, con un profesor, a uno de los tablaos flamencos más exquisitos. En una actuación de Camarón, su guitarrista no pudo actuar y le recomendaron a Tomatito para sustituirle. José mantiene ese día en su recuerdo y todavía le emociona: “Ha sido lo mejor de mi vida a nivel de lo que hago”.

A Camarón le bastaba con tan solo un acorde para darse cuenta del arte que guardaba cada uno en su interior. Eso le valió para ver lo especial que era el guitarrista, todo, gracias a su padre: “He tenido el mejor padre del mundo”. Cuando empezaba a componer con Camarón, devolvían los discos porque no les gustaba lo que estaban haciendo, de hecho, en alguna ocasión le decía:

“José, ¿tu te estas dando cuenta de lo que estamos haciendo?” Y Camarón respondía: “No te preocupes, que luego le damos nuestro toque y lo arreglamos”. Tomatito no se imaginaba que aquello iba a moldear la historia.

Al hablar de Paco de Lucía, hace alusión a lo que significó para él: “Paco puso la guitarra en su sitio a nivel mundial. Lo tenía todo, tenía alma, más que nadie. Está Paco y luego estamos los demás”. En 1987, empezó en solitario con su disco 'Rosas del Amor', recordando a Camarón. Su flamenco, más innovador, ha respetando siempre el sonido: “El flamenco tiene unos cánones y unos principios que, sin olvidarnos de ellos, podemos hacer música nueva. Es tan sabio, que lo que vale lo coge y lo que no, lo suelta”.

'Tomatito' no quiere ser maestro, sino un alumno eterno. “La música me sigue enseñando mucho todos los días. Si veo a un niño haciendo un acorde, voy corriendo a ver cómo lo ha hecho. La música hay que cogerla y aprenderla. El flamenco siempre arriba y la música en general, por supuesto”.