"Seguramente Ábalos ha elegido los mensajes que menos daño o repercusión puedan hacerle a Sánchez"

Señoras, señores, me alegro, buenos días.

Bueno, ¿cómo va eso? Son las seis de la mañana, las cinco en Canarias. Es jueves, quince de mayo de dos mil veinticinco, y el tiempo está inestable, inestable en este día de San Isidro, por cierto. Se espera lluvia prácticamente en toda la península. Digamos que hay ahí un rincón —desde este rincón les hablo— que va un poco del sur de Extremadura, o mediada Extremadura, hacia una cuña por Castilla-La Mancha que coge todo el oeste de Andalucía, donde, bueno, no nos vamos a enterar tanto. Pero allá he visto a Marillo, en el este de Andalucía, en Murcia, en la Comunidad Valenciana...

Y las temperaturas pues ahí andan tonteando, impropias seguramente de la mitad de mayo, porque en la mitad de mayo, yo... en fin, uno no tiene que recordar hace tanto tiempo: por aquí abajo asfixiaba, eso ya se lo digo. Por aquí abajo asfixiaba.

Cosa que no pasa. Dicen que el domingo ya... mañana, a ver qué nos cuenta El Donado, que el domingo retoma mayo un poco esa vocación de pre-verano. Ayer fue digno de ver la granizada que cayó en algunos puntos de Navarra, donde tuvieron que sacar los quitanieves en pleno mes de mayo para limpiar las carreteras.

Bueno, vamos a ver. Ayer hubo sesión en el Congreso, sesión de control en el Congreso, y miren, de las batallas políticas uno entiende que, cuando uno calla, es por algo. Cuando a uno le hacen preguntas y calla, y no responde, no da una explicación —al contrario, pide explicaciones a la oposición por asuntos como las filtraciones—, es que, amigo mío, está otorgando.

El asunto de los WhatsApps trae de cabeza, y es el principio —y son los más inocentes—, a este Gobierno. Pero todo después de acusar a la UCO, al nuevo Papa, yo qué sé, a quien se le cruce por la cabeza, ha sido el propio Ábalos el que ha reconocido que es él, a través de una persona intermedia, quien ha puesto en juego esos mensajes, y ha elegido muy mucho los mensajes que ha puesto en juego.

Pero ahora le cuento eso. Porque para empezar, ayer Sánchez seguramente dijo —no, seguramente no— dijo algo que seguramente ahora estará arrepintiéndose de haber tenido ese calentón de boca... si es que es responsable, si es que es responsable. Yo creo que no lo es.

Pero en un momento determinado llegó a calificar, explicó que lograba ver que a la fecha se presentó a la UCO, que él estaba intentando que se viera la Cece. ¿No? Sí, me he visto, ¿no?

¿Esto quería decir: “Nosotros negociamos con Israel, no con un Estado genocida”? ¿O esto quiere decir: “Nosotros no negociamos con Israel, que es un Estado genocida”? Pues los israelíes se lo han tomado por lo segundo, que seguramente es lo que este individuo —este sujeto absolutamente despreciable— quiso decir. Es decir, un sujeto que va con los terroristas de Hamás... pues ya me explicarán ustedes.

La noticia de esta pasada noche es que Israel ya ha convocado a la embajadora española por lo que califican de “duras declaraciones de Sánchez”. Pero bueno, luego se quieren desentender de todo esto.

Pero el tiro de advertencia al aire lo ha dado Ábalos. ¿Por qué? Ha reconocido que lo que está publicando El Mundo, lo publica porque él ha dado el visto bueno. Es decir, ya puede tranquilizarse Bolaños, dejar de lado las acciones judiciales, todos esos calentones de boca que le dieron a Pilar Alegría, a él en la... vamos, la Justicia tendrá que actuar, ¿no?

Ábalos, que está en la tesitura de comerse veinte años de cárcel, es quien ha lanzado una advertencia al sobre. Y seguramente ha elegido los mensajes que menos daño o repercusión —en alguno de los procesos que haya abiertos— puedan hacerle a Sánchez. A ver, le retrata como un déspota y etcétera, etcétera. Pero es una advertencia. El aviso de que Ábalos es capaz de filtrar mensajes. ¿Y qué mensajes no tendrá en su móvil que podrían de verdad hacer pasar una mala noche a Sánchez? Vamos, seguramente alguna mala noche ya ha pasado con esto.

Ayer Feijóo exigía que convocara elecciones, y el otro haciendo gracietas sobre si el congreso del PP será como un cónclave papal... Y todo el PP repasando las vergüenzas que salen en esas conversaciones. Bueno, escuchen:

Sánchez tiene una ventaja y un inconveniente en todo esto. Como si le desagradara lo de tener que dar la cara tras verse que llama “pájaros” a unos, “petardos” a otros, que suenan exactamente igual. Y como sabe, además, que todos los que tiene bajo su bota no van a decir ni pío, o están entregados a la causa, pues también podrá llamar “pájara”, “roles” y lo que quiera a cualquiera de los que tiene debajo. Y los que tiene debajo no se van a quejar.

El inconveniente es que ya sabe que Ábalos es capaz de filtrar mensajes. Y que no sabe si va a conseguir más, según cómo evolucionen los acontecimientos.

Y no sabe si eso puede tener algún daño judicial. A raíz de la última remesa de filtraciones, las acusaciones han ampliado la querella por el rescate de Europa en el caso de Begoña Gómez. Y ahora hay un par de informes de la UCO que están esperando. Uno de ellos... a saber si hay algún nuevo informe de la UCO acerca de este asunto de la aerolínea española y el que está pendiente de Santos Cerdán.

El número tres del PSOE, que algunos medios ya han adelantado, podría contener acusaciones graves por participación en licitaciones y contratos con influencia del número tres del PSOE, que habría obtenido beneficios por ello. Ya lo dijo Aldama, que le dio un sobre con 15.000 euros.

Bueno, pues vamos a ver, porque hay que seguir viendo algunas otras cosas. Porque en el entorno de la corrupción, oiga, se siguen quemando etapas.

Una de las causas es la que afecta al hermano de Sánchez, David Sánchez, que está un poco más cerca de la apertura de juicio oral. Lo último es que las acusaciones populares han pedido tres años de cárcel para el hermano de Sánchez por la comisión de delitos de tráfico de influencias, prevaricación administrativa, nombramiento ilegal... o sea, por haber sido un enchufado. Y algunos dicen: “Hombre, en todo caso, el que le nombró, no el nombrado”.

Bueno, las acusaciones populares también piden tres años de prisión y 27 de inhabilitación para el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, que además es el líder del PSOE en Extremadura. Y todo queda en casa.