El primer sonido del día de CARLOS HERRERA
"No descarten hipótesis, pero incluyan la incapacidad del Gobierno, que nada dice que no pueda repetirse el apagón"
Carlos Herrera repasa los principales titulares en el primer sonido del día que marcarán la actualidad de este miércoles 30 de abril de 2025
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Señoras, señores, me alegro. Buenos días.
Bueno, se acabó el mes de abril. Hoy se acaba el mes de abril, día 30. 30 de abril del 25. Pues ahora ya mayo, junio, antes de meternos en ese verano de julio y agosto, en el que, bueno, las cosas, las costumbres cambian. Hay un puente ahora para la gente de Madrid, porque el viernes 2 de mayo es festivo, y ahí tienen, bueno, cuatro días. O sea, la DGT ya advierte que comienza otra operación, como tipo de puente. Las temperaturas bajan, ¿eh?
Digamos que hoy cambia el tiempo. En España, el ambiente es soleado, pero vamos a tener lluvias intermitentes, débiles, y seguramente durante los próximos tres días, especialmente el viernes. Esperamos que se vayan recuperando las normalidades.
Las normalidades que le va contando la radio, a pilas o ya no, o ya directamente a través del streaming. Que los trenes están tratando de recuperar el ritmo después del caos del pasado lunes. El servicio de Avant se va recuperando poco a poco. La Andalucía no circula: línea Jaén-Madrid, Jerez-Córdoba-Sevilla, Málaga-Sevilla, Algeciras-Antequera, en el centro de Madrid, Alcázar de San Juan… En ese agujero que es Extremadura, ese agujero negro ferroviario, siguen tratando de recuperar conexiones. Cercanías de Cataluña también recuperando la normalidad, pero no sin dificultad. 1.600 millones de euros en pérdidas económicas. Cinco personas han perdido la vida. Desde luego, han perdido la vida por la maldad que tiene a veces el destino.
La realidad de la gente que lo pasó fatal: las cinco víctimas mortales, tres de la misma familia, intoxicación por el generador para que no se parase el respirador que necesitaba uno de ellos. La mujer en Alcira, a la que no le funcionó el respirador que necesitaba por culpa de una enfermedad rara. La mujer de 52 años en Carabanchel, que colocó una vela en casa, un incendio… eso acabó también con su vida. Es que, claro, no hay un apagón masivo en un país y no todo es montar verbenas en la calle ni jugar a las linternas.
Pero hay que centrarnos un poco en Pedro Sánchez, una vez más. Porque lo ha vuelto a hacer. Una vez más ha hecho mezcla de esa soberbia churrangada que le caracteriza y su, bueno, almibarada capacidad de escapismo. ¿Qué hizo ayer Pedro Sánchez? ¿Qué hizo el mismo día del apagón? Se vieron dos, se vieron... se vio un contraste: que la gente reaccionó como un público adulto, en la calle, sufriendo las inclemencias que trajo este apagón. Ha habido gente que ha estado 13, 15 horas en un tren, mientras el comportamiento del presidente del Gobierno no era un comportamiento infantil: seis horas sin dar ninguna explicación y, a las seis horas, después, dar un volquete de obviedades.
¿O no tenía ni idea? ¿O no quería contar lo que sabía a los españoles, tratándonos como siempre, como menores de edad, no como adultos? Por una parte pedía calma, pero por otra parte sugería especulaciones: que si la OTAN… ¿qué tontería era esa? Y ayer, que volvió a comparecer, hizo lo mismo. El que decía que no habría ningún tipo de apagones, encontró por fin, rápido, a los culpables: los operadores privados, ¡cómo no! Y, claro, las centrales nucleares. No él. No la Red Eléctrica Nacional, dependiente de una socialista bastante inútil, por cierto. Nombrada por él.
Los operadores privados. Miren, Red Eléctrica ignoró las alertas a la sobreexposición a las renovables, que es algo que le voy a explicar luego, a las seis y media exactamente: cómo se produce esa generación de energía. Me cuesta entenderlo; a ver si soy capaz de explicárselo fácil. Pero Sánchez, en cambio, jugó a lo suyo, que es a encontrar a quién echarle la culpa.
Con su falta de vergüenza habitual, introdujo ese reparto decisivo de culpas para desviar la atención. Cuesta creer, a estas alturas, que Sánchez no sepa la verdad de las causas. Lo que se sabe es que no las cuenta. Porque no se atreve. Solo desvía el tiro a operadores privados. Como si Red Eléctrica no tuviese nada que ver, o no fuese una empresa cuyo primer accionista es el Estado, y cuya presidenta es una socialista elegida por Sánchez. Sánchez odia infantilmente la energía nuclear. Bueno, yo creo que también la hidráulica.
Y todos los demás somos víctimas de ese dogmatismo ideológico. Para evitar que se reclame el papel nuclear que podría haber... que las nucleares están fritas por la fiscalidad y amenazadas de cierre. El papel nuclear podría haber sido un factor de equilibrio muy importante en esta entrada masiva de energía renovable. Bueno, pues ha buscado culpables en el ámbito privado.
Sin nucleares, el sistema pierde capacidad de equilibrio, al C y evitar estos episodios —que no es algo nuevo que se haya descubierto ahora—, ya se venía avisando incluso desde dentro de Red Eléctrica. Pero los prejuicios ideológicos de este tipo, colocados por encima de los criterios técnicos, han hecho que los españoles paguemos el desaguisado. Lo mejor que nos puede pasar es que este incompetente, ignorante, chulazo y mentiroso desaparezca por algún sumidero. En algún momento. No perdamos la esperanza. Y ustedes, evidentemente, no descarten hipótesis, pero desde luego incluyan entre ellas la incapacidad del Gobierno. Esa que hace que no nos podamos sentir seguros ante cualquier episodio de este jaez, que —cuidado— nada dice que no pueda volver a repetirse.
Luego le explico técnicamente esto, si soy capaz, en qué consiste.