"Abascal y Vox se alinean con el Gobierno: quieren una Iglesia a su medida y, si no, se molestan y se enfadan"

Antonio Herraiz aborda la actualidad que marca la agenda de este lunes 11 de agosto, entre ellas las críticas de Abascal contra la Conferencia Episcopal por defender la libertad religiosa en Jumilla, Murcia

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Muy buenos días. Desde las seis te venimos acompañando en Herrera en COPE. Te saluda Antonio Herraiz en este lunes que es 11 de agosto en el que seguimos con la ola de calor que es más de lo mismo que nos va a seguir acompañando al menos hasta el jueves. 

No piensen que a partir de ese día va a venir un frente de frío polar ni nada que se le parezca, pero estamos ante un fenómeno de altísimas temperaturas. Calor extremo que no ayuda en nada a las tareas de extinción de los distintos incendios que hay ahora mismo activos. Uno de los que más preocupa es el que se sitúa a las puertas de Médulas, en clave declarado patrimonio de la humanidad por su alto valor cultural y paisajístico. 

En esta zona de la provincia de León han tenido que ser desalojados unos 800 vecinos y en Zamora otras 850 personas han tenido que pasar la noche fuera de sus casas por un fuego que ha obligado además a cortar varias carreteras de esta zona con el límite de la provincia de León. 

Es noticia otra vez el tren y no para bien. Otra vez una avería deja atrapados a cientos de viajeros. En este caso una Alvia que hacía el trayecto entre Madrid y Cádiz se quedó parado en la provincia de Córdoba en medio de la nada en el término de Almodóvar del Río. 

El tren había salido a las 7 de la mañana. Estuvo parado en ese punto casi cuatro horas con una escena que se repite y se repite a 40 grados y sin aire acondicionado y esto en pleno mediodía en el interior 427 pasajeros entre ellos muchos niños. Las imágenes son tremendas, pequeños en camiseta, sudorosos y las madres dirigiéndose al personal del tren advirtiéndoles de que se solucionaba la situación o temían por la salud de los pequeños. 

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Trenes de alta velocidad AVE operados por Renfe en la estación de Madrid

Pasado el mediodía, sobre las 12 y media, se inició el mediodía y no concluyó hasta las 2 de la tarde. A esa hora no es difícil deducirlo: en Córdoba el sol pegaba de lo lindo y se les montó en un tren con destino a Sevilla. Problema que el trayecto final de ese convoy era Cádiz y hasta ese punto no llegaba el otro tren en el que les habían trasladado. 

Ya sabes que cuando llegas al punto donde tenías previsto tu destino, el ministro Óscar Puente se va a reconfortar con un cartelón con el mensaje de disculpe las mejoras. Bueno, he escuchado a esas madres con los niños berreando en el caso de los bebés solo con el pañal. Han escuchado también a muchos a punto de un mareo o de un golpe de calor dentro de un tren sin aire acondicionado y a 40 grados a todos ellos, las madres, a las personas mayores, los que quedaron atrapados, les consuela ese disculpa en las mejoras. 

No me digan que Óscar Puente no es un genio. El tren vive en España el mejor momento de su historia. Lo voy a repetir por si no me han escuchado bien: el mejor momento de su historia. Repítanos lo que no nos ha quedado claro. 

No sé si Puente sería capaz de decirle a la cara a esos 470 pasajeros que ayer se quedaron atrapados en el tren en Córdoba o a los 130 que tuvieron que ser desalojados en Mora de la Nova, en Tarragona o a todos aquellos que también este domingo se vieron afectados por la caída de tensión de la catenaria que paralizó la circulación de trenes en Huelva entre Niebla y la Palma del Condado o a las que la semana pasada les salpicó la suspensión de la circulación entre Majarabique y Sevilla debido a una incidencia en la infraestructura. A todos ellos disculpen las mejoras. 

Es el día a día del caos. En el departamento dirigido por un ministro que está más preocupado por abrir polémicas en Twitter y por perseguir a todos aquellos que no le bailan el agua. Un ministro que no asume ninguna responsabilidad y responde airado a los que cuentan el desastre casi diario. Pues ya saben, disculpen las mejoras. 

Hoy lunes es el día fijado por el Gobierno de Sánchez para iniciar el traslado de menores solicitantes de asilo que desde hace meses se encuentran hacinados en Canarias y en Ceuta. Con sus servicios de acogida desbordados. Tanto el Ejecutivo canario como el de la ciudad autónoma han venido denunciando el incumplimiento de las órdenes del supremo para que el Estado se haga cargo de esos 827 menores. 

Sánchez lleva cuatro meses desobedeciendo el mandato del supremo, incumpliendo los autos del alto tribunal. De momento hoy se van a trasladar a la península 10 menores lo que supone una mínima parte del total apenas un 1,21%

EFE

Imagen de recurso de grupos de migrantes llegando a Canarias

Está previsto que estos traslados se realizan cada semana y apuntan a un ritmo mayor. Como vayan a este ritmo, pasa el año 2026 y no han sido trasladados todos. Hay improvisación no solo porque se haya excluido de este reparto a Cataluña y del País Vasco para atender a las exigencias de los separatistas, no solo porque no se dota de recursos a las regiones donde van a ser trasladados los migrantes. 

Es que según han apuntado desde gobierno canario, ni siquiera garantía de que el traslado se pueda ejecutar hoy. En forma del ejecutivo de archipiélago, que ese traslado está condicionado a la disponibilidad de plazas en vuelos regulares y que, en caso de no poder efectuarse el ejecutivo central, deberá volver a presentar la solicitud. 

No sé si hasta ahora hay algún funcionario mirando cualquiera de los buscadores de vuelos a ver si plazas disponibles. Con el tiempo que han tenido para desobedecer al Supremo y aun así no ha sido suficiente para organizar todo esto con un mínimo de concreción. A fin de semana hemos visto un nuevo intento de entrada a España a nado, en este caso en Ceuta, un centenar de migrantes que intentó acceder a las costas de la ciudad autónoma desde Marruecos. 

Muchos fueron interceptados por las autoridades marroquíes antes de llegar a aguas españolas, pero un número indeterminado lograron su objetivo. Y estas imágenes son lo suficientemente gráficas y reflejan una vez más los agujeros de una política migratoria en España inexistente, de una ausencia de control de las fronteras que alimenta a las mafias que provoca que los inmigrantes que quieren llegar a España pongan el riesgo su vida y que también da alas a ese discurso de los extremos con mensajes xenófobos. 

¿Qué hace el Gobierno de Sánchez? Pues acusar de racista cualquiera que le cuestione esa ausencia de una política migratoria integral. Esa es la respuesta que da. 

Y hoy es noticia también Santiago Abascal, que ha montado en cólera con los obispos españoles por lo de Jumilla, en la Región de Murcia. Al líder de Vox no le gusta que la Conferencia Episcopal Española recuerde que las manifestaciones religiosas públicas están amparadas por la Constitución Española. No le agrada que se recurra a la Carta Magna en un tema tan delicado. El líder de Vox lo que hace es seguir alimentando su particular guerra de religiones y mimetizándose con la izquierda más radical buscando siempre ese blanco fácil que es la Iglesia. 

Abascal ha dicho que no sabe si la posición de los obispos es por los ingresos públicos que reciben o por los casos de pederastia. Y aunque lo conoce, perfectamente es conveniente recordar dos cuestiones a Santiago Abascal. Sobre esto último, la Iglesia Española, la Conferencia Episcopal Española, está trabajando, ha trabajado y seguirá haciéndolo con total transparencia contra los abusos. 

Los obispos españoles siempre han estado y están dispuestos a colaborar, así lo vienen haciendo, dentro de la legislación vigente para arrojar luz sobre los casos de abusos cometidos en el seno de la Iglesia. Y que, por cierto, ya están desde hace un tiempo en manos del Defensor del Pueblo. Y por si al líder de Vox se le ha olvidado, la Iglesia ha tomado la iniciativa con el único plan que hay en España de reparación integral para las víctimas de abusos. 

Una lacra, que por cierto, esto también hay que recordárselo, afecta toda la sociedad. No solo a la Iglesia. El plan aprobado por la Asamblea Plenaria de la Conferencia, sitúa a las víctimas en el centro. Así que es una reparación integral, no solo económica.

La Iglesia escucha, reconoce, atiende, repara y acompaña a las víctimas. Y este plan es la continuación de lo que la Iglesia viene realizando desde hace años en todas las diócesis y en todas las congregaciones religiosas. Habla Santiago Abascal también de los ingresos públicos de la Iglesia. 

La Iglesia obtiene sus recursos económicos, no solo los de la asignación tributaria, a través de los que los católicos libre y voluntariamente aportamos. Y ese dinero, la Iglesia lo destina a ayudar cada año a 4 millones de personas desfavorecidas en sus 8.800 centros asistenciales y caritativos. 

Desde la acogida e integración de migrantes, desde la ayuda a parados y personas sin hogar, atención a mujeres embarazadas con dificultades, enfermos en hospitales, personas mayores, personas con discapacidad, presos en fin. 

Todo esto que Santiago Abascal ha olvidado se refleja cada año en la memoria de actividades de la Iglesia. Es fácil comprobarlo. Muy sencillo, revisarlo. Un ejercicio de transparencia para dar cuenta de en qué y cómo se invierten los recursos económicos que la Iglesia obtiene a través de lo que los católicos destinamos de forma libre y voluntaria. 

Eso le vendría bien a otras formaciones, a hacer ese ejercicio de transparencia. Cosa que no hacen. Está muy bien que Abascal se sume a Bolaños en sus críticas a la Iglesia por pronunciarse sobre lo que ocurre. En este caso, en Jumilla, si llegan críticas desde uno y otro lado, a lo mejor es que la Iglesia está centrada. En este caso, Abascal y Vox se alinean con el Gobierno. Quieren una Iglesia a su medida y, si no, se molestan, se enfadan.