"Estamos viviendo un fenómeno desconocido hasta ahora, que es que en España tener un trabajo ya no es garantía de evitar la pobreza"
El director de 'Herrera en COPE' analiza la actualidad que marca la jornada de este miércoles
- 6 min lectura
Señoras, señores, me alegro. Buenos días. ¿Qué tal? Este miércoles 26 de noviembre del 2025, son las 8 de la mañana a las 7 en Canarias. Tenemos muchas cosas para contarle. Antes, a las 7, la entradía de las 7 finalizaba, en este relato de actualidad, hablando de aquello que desmiente esa propaganda que dice que somos un cohete, que vamos disparados, que lideramos todo y el empleo, qué maravilla. Atamos los perros con longanizas.
Ha sido la Unión Europea que ha certificado lo contrario. Siete años de gobierno progresista, es decir, sanchista (progresista sinónimo de sanchista), han colocado a España como subcampeón de la pobreza infantil en Europa. Solo nos supera Bulgaria. La tasa de pobreza infantil cuando llegó Sánchez estaba en el 30.5%, hoy está en el 34.6%. Cuatro puntos más. No es el único indicador de malestar económico y social que subyace tras los datos triunfalistas del Gobierno.
El paro real es casi un millón de personas más que el oficial, porque hay maquillaje, todos lo sabemos. Todo el crecimiento que dicen las cifras del PIB no se traslada a la gente, porque España es uno de los países de Europa cuyos ingresos per cápita menos han crecido. Desde que Sánchez es presidente, el precio de los alimentos ha crecido un 38%. El de la vivienda, un 69% la vivienda nueva, un 45% la de alquiler. También se han disparado los impuestos, no han subido, se han disparado.
La presión fiscal ha crecido tres puntos con Sánchez. Lo que nos quitan a los ciudadanos del bolsillo, desde 2008 ha sido 23.000 millones por IVA, 70.000 millones por IRPF, 60.000 por cotizaciones sociales. Resultado: por mucho que suban los sueldos, nominalmente el poder adquisitivo se reduce porque nos fríen a impuestos y pagamos mucho más por alimentos y por viviendas.
Sí, estamos viviendo un fenómeno desconocido hasta ahora, que es que en España tener un trabajo ya no es garantía de evitar la pobreza. Somos el cuarto país de Europa con más ocupados en riesgo de pobreza o de exclusión social. Aquí el crecimiento económico deriva de un solo elemento, que es el aumento de la población. Porque si somos un millón y medio más consumimos más, trabajamos más, pero las rentas reales están estancadas.
Y además este Gobierno ahora se va a colocar la medalla de ser el primer despedidor del reino. La compañía Telefónica. Telefónica intervenida por el Gobierno. Recuerden el cese de Álvarez-Pallete. Va a poner de patitas en la calle 6.000 empleados, un tercio de la plantilla. Y eso con el Gobierno como principal accionista. Yo me pregunto qué estaría diciendo este Gobierno si una Telefónica independiente, completamente privada, hubiera planteado ese mismo ajuste de personal.
Ayer protestaba Yolanda Díaz por este asunto. Su razón tenía. Otra cosa que ha denunciado Europa es la falta de presupuestos, el descontrol a la hora de controlar el gasto público y cumplir los compromisos. Mañana se vota la senda de déficit aprobada por el Gobierno y, salvo sorpresa, vamos a otra derrota del Gobierno.
Hoy hay sesión de control. Una sesión de control en la que veremos cómo escapa del asunto de la condena del fiscal general, seguramente insultando a los jueces, pidiendo movilizaciones, apelando, llamando a lo que sea necesario para calentar la calle, para que la calle esté preparada por si algún día hay alternancia política, se queme literalmente la calle.
Pero mañana es un día no solo en el que los presupuestos tienen importancia en el Congreso, sino también en los tribunales por la cita de Koldo y de Ábalos, que se enfrentan a una petición de ingreso en prisión para evitar el riesgo de fuga ante las graves peticiones de condena a las que se enfrentan.
Y también comparece Aldama, que ya tiene él su famoso disco duro en el que está el volcado de todos sus teléfonos. Tiene 800.000 WhatsApps. No sé si da tiempo a alguien a leerse 800.000 WhatsApps, pero asegura que en ese material hay pruebas de las irregularidades que ha denunciado hasta ahora.
¿Y qué pasa si Ábalos entra en prisión? Porque Ábalos, les recuerdo a ustedes, es diputado. Y la mayoría, aunque la mayoría ya con el abandono de Junts (sí, Junts cumple, que eso es otra cosa), se queda con los números pelados para tener 172, que es la mayoría, frente a 171 seguro que hay en la oposición.
Si Ábalos no puede votar, si entra en prisión puede seguir siendo diputado, pero no tiene derecho al voto. Con lo cual queda un empate a 171 en el caso de que Podemos, todos estos que flaquean de vez en cuando, no lo hagan, y ahí ya añadidos a los problemas añadidos.
Es verdad y es cierto que todo lo que ha pasado hasta ahora es definitivo para que un Gobierno ya hubiera caído, se hubiera ido por la gatera. Si se confirma, efectivamente con pruebas, que Sánchez pactó con Otegui en un caserío la formación de un Gobierno a cambio de liberar a los presos de ETA, etcétera, etcétera, pues a lo mejor va a cambiar algo lo que se pueda aportar.
Es una duda porque el Gobierno cree que la gente tiene asumido que se ha llegado a un pacto con Bildu y los suyos. Y bueno, pactas con alguien, tienes que hablar con alguien y ceder en algo y dar algo a cambio de algo, es mejor Bildu que pactar con el PP, yo qué sé, todas esas cosas. Como dice Gusto, decía hace un momento, no es lo mismo saberlo que verlo. Así que ya veríamos.
Y con este ambiente se estrena la nueva fiscal general Teresa Peramato, muy vinculada al clan de Dolores Delgado y al condenado García. Liderada, como dicen en las esferas gubernamentales, notablemente progresista, lo suficientemente progresista.
Progresista es sinónimo de sanchista cuando todos estos hablan del progresismo: una norma progresista, una idea progresista, un periodista progresista, un juez progresista, quiere decir sanchista. Lo único que se espera de ella es que tenga la personalidad para anteponer la ley y el prestigio de la fiscalía por encima de las creencias ideológicas, que las de ella están muy claras.
Es de la Unión Progresista de Fiscales, que es a la que pertenecen toda esta panda que ha copado militarmente la fiscalía, pero que supone una minoría absoluta de la carrera, solo un 10%. Por eso Teresa Peramato, como los antecesores, no representan a la carrera fiscal, solo al Gobierno que les han operado.
Ayer Yolanda Díaz volvió a dar la nota con los ataques al poder judicial desde la misma sede del Consejo de Ministros. Pero esta tipa apenas hay que hacerle caso, pues ya les digo, es una caricatura de sí misma.