“No hay moción de confianza, ni convocatoria electoral, ni crisis de gobierno. Nada que implique una mínima asunción de responsabilidades”

Señoras, señores, me alegro, buenos días. 

Son las 8 de la mañana de un martes 17 de junio, en el que hemos amanecido con una inquietud. ¿Habrá comido ya Pedro Sánchez? Esto es de psicopatía del libro. Solo preocuparse por las funciones elementales que le incumben a él.  ¿Cómo se puede dirigir un país sin comer a las 5 de la tarde? Porque es que ayer hubo ejecutivo del PSOE. Hoy hay muchas formas de calificarle en la prensa que no es la sincronizada. Falsario, arrogante, psicópata, acorralado, sectario, chulo, inmoral, indigno. 

En realidad, todo se resume en una característica. Sánchez es un perfecto sinvergüenza. Pero no es algo que quizá no sorprenda a las 8 de la mañana de un día de junio caluroso, por cierto, como el de hoy. 

 El capitán falsario  

Pero ayer nos ofreció un depurado espectáculo de sanchismo. El capitán falsario. No hay moción de confianza, por supuesto. No hay convocatoria electoral. No hay crisis de gobierno. No hay nada que implique una mínima asunción de responsabilidades por un escándalo de corrupción. No habrá moción de... Bueno, nada que se le parezca pelillos a la mar. Unos cafecitos en Moncloa. Ayer comenzó con Yolanda Díaz la cosa y a otra cosa. 

Después de los pucheros de la semana pasada, Sánchez se recompuso. Volvió a salir pintado como un arapajoe.  Y nos ofreció todo un recital de sanchismo. Son mentiras, polarización, victimismo, chulería. El resumen es 'o tragas con mi corrupción o viene la derecha'. Y este mensaje vale tanto para socialistas críticos como para los periodistas sincronizados y los socios cómplices, todos al búnker. Vamos a meternos todos en el búnker. 

Por cierto, de un búnker la historia ya ha enseñado cómo se sale. Con los pies por delante. El resto, un recital de mentiras y disonancias cognitivas. El presidente del muro se queja de que la política se haga con la dialéctica de amigo-enemigo. 

Toda la comparecencia fue un canto literal a esa dialéctica. Él es ejemplar, no como la derechona corrupta que amenaza los derechos. 

El que se presentó fue campeón de la lucha contra la corrupción, recordó ayer que la sanción contra Ábalos llevaba 16 meses durmiendo en el sueño de los justos. Y ayer lo echaron a cajas destempladas. 

 Enfado morrocotudo  

Por cierto, cuenta hoy Voz Populi que  Ábalos tiene un enfado morrocotudo y que está literalmente enfurecido. Hay que recordar que tanto Ábalos como Santos Cerdán tienen que declarar la semana que viene ante el Supremo. Igual no es el escenario favorito para Sánchez. 

Se mostró contrito, muy escandalizado por el tono de las conversaciones puteras que figuran en los audios. Porque esto también ha sido común en otros colectivos. Colectivos periodísticos, políticos, de gente que estaba pidiendo las sales, porque estos hablaban de furcias. 

Y luego con la amnistía no les parece... Lo de la amnistía les parece normal, les da exactamente igual. Cuando es infinitamente más grave. Porque es la auténtica ley corrupta por excelencia. Pero bueno, que me voy por las ramas. 

Se presentó como una iniciativa propia la comparecencia y además anunció que ha hecho medidas cosméticas. Bueno, él no dijo medidas cosméticas. En el PSOE. Anunció una auditoría externa que no sirve para nada. Santos Cerdán entregó el acta de diputado, se ha dado de baja como militante, ha tenido el fin de semana, o para destruir o para ocultar o para poner a buen recaudo las pruebas que pueden ser muy interesantes en este asunto, va a montar una comisión de investigación en el Congreso y suple a Santos Cerdán con la gerente del PSOE de nombre Ana María Fuentes que sale mencionada en el informe del UCO. 

Es un aquello de... 'Para reaños, exactamente los mismos'. Esta señora es la gerente del partido golpeado por un enorme caso de corrupción. Y se la señala como la que tenía que recoger, recordar a los empresarios cuál era el pago definitivo para la financiación del partido.

 Es un acto de chulería. Esta persona, Ana María Fuentes, llamaba al director general de carreteras para pedirle el impuesto. Su familia recibió casi medio millón de euros en ayudas de la Junta de Andalucía que fueron suspendidas ante la investigación judicial que se abrió por irregularidades en su adjudicación.

Estas son las explicaciones de Sánchez que en realidad lo que ha hecho ha sido ganar un día. Ganar un día, ganar unos cuantos días más. Y él cree que con esto puede llegar al fondo. Al fondo de la legislatura. 

moción de censura

Intentó provocar al partido Popular y a Vox para que presenten una moción de censura. Que es lo que a él le conviene. ¿Para qué? Para que la pierdan y él salga reforzado. El PP no va a caer en ese error. Bueno, creo yo, no lo sé. A lo mejor sí. Pero Vox está... Vox que tiene el mismo interés que el PSOE de Sánchez que es acabar con Feijóo y con el PP está aplaudiendo con las orejas por esa moción de censura. Por esa moción de censura que no saldría.

Y hoy lo que veremos es el grado de apoyo de los socios de Sánchez al presidente. Porque los populares van a solicitar la comparecencia inmediata. Vamos a ver cuál es la respuesta de los aliados de Frankenstein. 

Podemos es el que ha marcado un perfil más contundente. Se han negado a participar en la ronda de cafecitos porque, según han dicho, no están para blanquear un gobierno corrupto. Pero luego, a la hora de la verdad, tal vez no en una moción de censura -que por eso ya se cuida muy mucho Sánchez de no organizarla- desde luego no votarían en contra de Sánchez en una moción de censura del PP y menos si está Vox por medio. 

Él respira tranquilo, pero es un 'topaná. Él ayer vino a decir 'o tapas mi corrupción o viene a la derecha'. Tapar su corrupción va a ser muy difícil. Y que venga la derecha me parece a mí que va a ser a la larga bastante difícil de evitar.

 Sánchez tiene por delante una agonía tal y como hemos venido diciendo estos días perfectamente descriptible. El problema está en cuántos de nosotros se nos lleva por delante a los españoles. Cuántas cosas de España se lleva por delante con esa agonía.