Hace 40 años, el Guernica volaba a España; así fue el complejo traslado llevado con mucha discreción

Fue un empeño personal del gobierno de Adolfo Suárez. Su llegada era considerada un antes y un después en el final de la dictadura y la llegada de la democracia

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Hace hoy 40 años el “Guernica” de Picasso voló a España. Se ponía punto y final a una compleja operación diplomática entre España y Estados Unidos llevada a cabo con mucha discreción.

Fue un empeño personal del gobierno que presidía Adolfo Suárez, porque su llegada era considerada un antes y un después en el final de la dictadura y la llegada de la democracia.

Sólo unos meses antes, España había sufrido un intento de golpe de Estado. En aquel ambiente, no podía filtrarse noticia alguna sobre ese regreso.

Unos operarios del MOMA de Nueva York trasladaron el cuadro al aeropuerto JFK. Para complicarlo todo un poco, Manhattan sufrió un apagón de luz, cuando el camión circulaba hacia el aeropuerto.

El “Lope de Vega” -un avión de Iberia- trajo a Madrid el cuadro que el gobierno de la segunda república encargó al pintor en su estudio de París.

Ni los 319 pasajeros, ni la mayoría de la tripulación sabían que el cuadro viajaba en la bodega.

Al llegar a Madrid, el comandante Juan López Durán se dirigió, con voz entrecortada, al pasaje: “bienvenidos a Madrid, tengo que decirles que han venido acompañando al Guernica de Picasso en su regreso a España”