Herrera en COPE, de 6 a 7

Mora enterró el acero caído y trasero. Impensable la oreja en ese momento. Pero sucedió lo imposible: hubo compasión, desde la petición al palco. La compasión a un torero es como la pena al toro. Jesús María Gómez cambió los tres avisos por el trofeo. Una birria de oreja. Pobre Fandi.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Mora enterró el acero caído y trasero. Impensable la oreja en ese momento. Pero sucedió lo imposible: hubo compasión, desde la petición al palco. La compasión a un torero es como la pena al toro. Jesús María Gómez cambió los tres avisos por el trofeo. Una birria de oreja. Pobre Fandi.