"¿No sería mejor que Yolanda Díaz dijera que no dejaría el puesto ni aunque se destapase mañana que Sánchez sale en las listas de Jeffrey Epstein con un pseudónimo en gallego?"

Jorge Bustos analiza la postura de la vicepresidenta ante las polémicas que rodean a su socio de gobierno

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 Lo digo sin actitud con total serenidad. El momento que atraviesa Pedro Sánchez ya no puede considerarse un asunto meramente político ni un caso judicial, al menos de momento. El caso Sánchez se tiene que empezar a estudiar en las facultades de psicología y no vendría mal un par de seminarios en la de psiquiatría para entenderle también, porque los síntomas de megalomanía delirante y de pérdida aguda del sentido de la realidad rebasan ampliamente los márgenes del oficio periodístico. Esto ya no es materia para periodistas políticos ni para locutores de radio. Hay que ponerse a acolchar ya las paredes de la Moncloa.   

O sea, tenemos al jefe de un gobierno en plena descomposición por una combinación letal de bloqueo parlamentario, casos de acoso sexual encubiertos por la cúpula, Ayer otro noeronse, por cierto, acaso laboral en este caso con el socialismo gallego en plena implosión, y además, una corrupción sistémica que se extiende por varios ministerios y empresas públicas y va al jefe de ese gobierno podrido y se pone a presumir de gestión, de feminismo y de limpieza. Y no contento con eso, se pone abroncar a los periodistas porque se resiste en adorarle.

¿Cómo llamamos a eso? ¿Cómo lo llamamos? ¿Cómo lo llamaría un estudiante de neurología? Pero ojo, porque Pedro ya no es el único que empieza a reclamar, digamos, un tratamiento más clínico que periodístico. Te dejo esta perlita de don Fernando, grande Marlaska ayer en el Senado:

“Me habla usted de los p******, nuestros p****, nuestros machistas**. Mire, nosotros los que están están siempre fuera porque no lo permitimos. ¿Saben dónde están sus p****** y sus machistas y todos sus colectivos? En el armario, que es donde a ustedes les gusta estar, ocultarse y disfrutar. Esa es la gran diferencia entre ustedes y yo”.

A ver si lo he entendido bien, porque últimamente el ministro habla muy raro y además hace muecas extrañas desde el escaño. Pero si lo he entendido bien, ¿está diciendo el ministro del interior, o del exterior del armario, que el problema no es tanto el consumo de prostitución como consumirla en secreto? Pero, ¿cómo se le ocurre a Marlaska hablar de disfrutes ocultos cuando su jefe vivió en una casa pagada con las saunas del suegro y cuando, además, parece que don Sabiniano también le pagó las primarias con los húmedos rendimientos de esos locales de disfrute tan oculto?

 La marcha de Pilar Alegría  

Pero en fin, con este panorama la que estará feliz de abandonar semejante frenopático es es Pilar Alegría. La portavoz del gobierno reconoce la profesionalidad de la prensa. Un día después de que el presidente del gobierno, su jefe, cargara una vez más en su balance contra lo que él llama la máquina del fango, o sea, los medios libres, o sea, los medios críticos que le producen bostezos de rabia.

Es una pena que Doña Pilar haya dejado el respeto a la libertad de expresión y de crítica para el último día de su ejecutoria y es una pena que lo deje antes de haber pedido perdón por los bulos que ella misma ha difundido desde esa silla, como aquel de la bomba lapa, ¿te acuerdas? Que presuntamente Un mando de la Guardia Civil quería ponerle al presidente del gobierno cuando en realidad era al revés, era la gente el que temía que se la pusieran a él. Pero, ¿para qué rectificar si sabes dibujar una ancha sonrisa en tu cara y seguir recitando el argumentario, verdad?

Ahora, yo no creo que doña Pilar se vaya feliz de la Moncloa, básicamente porque no se va por su propia voluntad y tampoco se va a un destino fácil, pero como todos en ese gabinete, ella es un soldado, un soldado más al servicio del líder. que ha decidido enviar a sus ministros a hacer oposición en las autonomías que gobierna el PP y que seguirá gobernando el PP seguramente con mayor ventaja de la que ahora tiene después de este ciclo electoral que arranca en Extremadura el domingo.

Pilar Alegría sabe que va al matadero frente a Jorge Azcón y por eso trató de fingir una mano tendida última hora para apoyar el techo de gasto con la única intención de que Azcón la rechazase y poder así victimizarse. Pero me temo que necesitará algo más que victimismo para rascar un resultado digno en su tierra, porque allí a Pilar Alegría la quieren lo justo porque dejó un inolvidable rastro de traiciones.

 La postura de Yolanda Díaz  

Pero mi personaje favorito de estos últimas horas es doña Yolanda Díaz. Hay una cosa que doña Yolanda hace como nadie, que es amenazar constantemente con coger la puerta y quedarse. Me encanta el momento en el que Ferreras le dice, "Vale, pero si Pedro pasa de reformular nada, ¿os piráis o no?" Y la otra recogiendo cable. “Bueno, en ese caso tendríamos que decidir si decidimos tomar la decisión de decidir qué decidimos...” A ver, Yolanda, apelando a ese respeto a los ciudadanos que tú misma reclamas, ¿no sería mejor decir la verdad y ya está a estas alturas?

¿No sería mejor, para lo que os queda en el convento, decir que en la vida soñaste con llegar a vicepresidenta de España y que no dejarías el puesto ni aunque se destapase mañana que Pedro Sánchez sale las listas de Jeffrey Epstein con un pseudónimo en gallego? ¿Y en qué ha quedado el órdago de doña Yolanda? Pues pues toda esa indignación se ha evaporado súbitamente y ya en sumar se conforman con mendigar una reunión con el PSOE.

La única remodelación del gobierno será el cambio de portavoz para sustituir a a Pilar Alegría. O sea, que lo de siempre, a la líder de Sumar se le calentó la boca. Pedro la castigó una vez más con su gélido desprecio, el resto de ministritos de Sumar le dijo, "¿A dónde va Yoli que nos pisan la moqueta? y pelillos a la mar. Da igual que la UCO entre hasta en el enésimo ministerio del sanchismo. Lo mismo que con Esquerra, por cierto, Rufián a finales de la semana pasada da un par de canutazos haciéndose el duro para sus fans de TikTok, Pedro levanta el teléfono, invita a Junqueras a una visita guiada por Moncloa y asunto resuelto. Gabi vuelve al redil socialista si es que alguna vez se salió de él.

¿Y ahora qué? Pues ahora esperar el siguiente informe de la UCO, la siguiente detención, el siguiente registro, el siguiente indicio de que Zapatero y su familia están hasta arriba en el rescate de Plus Ultra. El siguiente avatar de la fontanera, Leire Díez, que aparte de periodista de investigación y contratista de obras amañadas, El Mundo ha descubierto que moderaba también charlas feministas. Claro, así le va al feminismo con el PSOE. Y cuando ocurra el nuevo escándalo, ¿qué? Pues ya se inventará algo doña Yolanda Díaz, no sé, una caída de ojos, unas mechas más oscuras como de líder enfadadísima, porque el único plan aquí, aunque no se pueda gobernar, es atornillarse al sillón del puente de mando hasta que los dos partidos del gobierno de de coalición, o sea, las dos mitades del Titanic, reposen finalmente en el fondo del mar.