"Hace falta ser mezquino para echarse a la calle y hacer una huelga justo cuando los rehenes vuelven con sus familias y cuando las bombas dejan de caer"
Jorge Bustos reacciona a la huelga general de este miércoles por el genocidio palestino cuando se acaba de firmar la paz en Egipto
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En este programa somos muy partidarios de los reencuentros. Tenemos nuestro puntito sentimental, aunque a veces no lo parezca por culpa de la maldita política y, por eso, nos gustó tanto el anuncio que saltó a las redes sociales al filo de las 3 de la tarde del día de ayer y que venía a confirmar lo que era un secreto a voces desde hace tiempo, el regreso de la formación original de La Oreja de Van Gogh.
17 años después vuelve a sonar la voz de Amaia junto a sus compañeros en un local de ensayo, aunque no están todos. Pablo Benegas, el compositor principal de la banda, sigue formando parte del grupo, pero de momento prefiere centrarse en su familia y en otros retos profesionales. A ver, lo de Amaia Montero y Leire Martínez ha sido el mayor culebrón del Pop español de los últimos años, resuelto finalmente a favor de la primera. Que por algo cantaba aquello de “y es que empiezo a sospechar que el amor verdadero es tan solo el primero”.
Por cierto, Pablo Benegas es el hijo de Txiki Benegas y Txiki Benegas ocupó cierto cargo en el PSOE que él dignificó con su coraje y que años después dos de sus sucesores han degradado hasta lo indecible. Me refiero, claro, al cargo de secretario de organización del Partido Socialista Obrero Español.
La declaración de Ábalos ante el Supremo
El respiro de alivio de José Luis Ábalos Meco al salir ayer del Tribunal Supremo por su propio pie y no en un furgón de las Guardia Civil, debió de oírse hasta en Soto del Real. Lo avisamos aquí, existía la posibilidad de que se decretara la prisión provisional para Ábalos, pero no era la opción más probable. Y en efecto, el fiscal jefe Anticorrupción Alejandro Luzón no la pidió la prisión provisional y el juez hizo suyo sus argumentos porque consideró que el riesgo de reiteración delictiva o de destrucción de pruebas es muy bajo en esta fase de la investigación que está bastante avanzada.
Aunque, respecto del riesgo de fuga o se mostró más cauto el juez porque habla de ciertos contactos y vínculos internacionales. Claro, uno lee esa expresión y enseguida se le viene a la cabeza la imagen de Delcy con las maletas en el aeropuerto. Por eso Resulta altamente improbable que Ábalos vaya a lograr eludir la cárcel por mucho más tiempo. De hecho, la resolución de Leopoldo Puente es bastante severa. El juez manifiesta su estupor, literalmente dice su estupor ante el hecho de que el exsecretario de organización del PSOE, el pluriimputado Ábalos, siga siendo diputado nacional al día de hoy. Es el mismo estupor que sentimos todos cuando recordamos que Pedro Sánchez lo rescató en las listas de 2023 después de haberlo purgado cuando le sus fechorías.
En cualquier caso, el magistrado considera que los indicios de muy graves delitos, que ya se habían reforzado con el informe de la UCO que llevó a prisión a Santos Cerdán, han vuelto a incrementarse con el último informe sobre la situación patrimonial de Ábalos, ya sabes, el famoso informe de las chistorras y las lechugas. Por eso el juez no descarta endurecer más adelante las medidas cautelares contra el que fuera mano derecha de Pedro Sánchez en el gobierno y en el partido. Y haberse negado a declarar ayer, por cierto, o sea, a colaborar, tampoco le ayuda con vistas al futuro.
¿Y hoy qué? Hoy es el turno de Koldo y este lo tiene más difícil. Digamos que todas las apuestas que ayer hacíamos los periodistas reunidos a las puertas del Supremo se inclinaban por la prisión provisional para el turbio asesor del exministro. Koldo grababa a sus compinches para intentar protegerse porque se sabía es la voz más débil de la cadena de mando en esa banda. Pero claro, al grabarse cometiendo delitos, se incriminó a sí mismo y además jamás ha querido colaborar con la justicia. Ahora, también te digo que Koldo es un tipo duro. Si hoy tiene que pasar su primera noche en Villa Candado, que no es descartable en absoluto, lo llevará bastante mejor que su aterrorizado exjefe.
Una sesión de control sudorosa
Y la corrupción, claro, sobrevoló la sesión de control ayer en el Congreso, como no podía ser de de otra manera, pero Pedro, el mismo Pedro Sánchez que ponía a Koldo como ejemplo para la militancia en su libro manual de resistencia, el mismo Pedro que eligió a Santos Cerdán para el puesto de Ábalos, que también había elegido él. Pues este Pedro, digo, se ve a sí mismo de una manera distinta a como lo vemos los demás.
“Yo creo que ese es un gobierno, es uno de los gobiernos más decentes, más estables y más eficaces de Europa. Lo demás son bulos, son mentiras, son insidias”.
Mira que podía haber Mira que podía haber elegido otros adjetivos. Pues no sé decir, somos el gobierno más izquierdista o el más radical o el más excéntrico. Oye, y ninguno de esos adjetivos sería discutible. Pero, hombre, el más decente cuando tienes a la mujer, al hermano, al fiscal general, a dos secretarios de organización, a un ramillete de cargos ministeriales abriendo las noticias de tribunales todos los días, pues no parece el adjetivo más preciso presidente. Últimamente es decepcionante ver a Pedro Sánchez mentir. Antes nos mentía mejor. Lo digo porque a los políticos morales se les mide por su apego a la verdad y a los amorales no tenemos más remedio que medirlos por el grado de elaboración de sus trolas. Y antes el presidente se las currraba un poco.
Sazonaba la mentira con unas gotitas de verdad para que nos entrara mejor. Pero es que ahora factura unas patrañas de bajísima calidad. Miente, sobre todo, y de forma muy mientras sobre las felicitaciones al Nobel, sobre los sobres en metálico en Ferraz, sobre la reforma constitucional del aborto, sobre las pulseras antimaltrato, sobre su relación con Donald Trump. Son bolas tan gordas que solo duran unas horas. Se desmontan enseguida con un click, pero es que las desmiente ya su propio rostro. No sé si te has fijado que últimamente suda muchísimo el presidente, sobre todo las sesiones de control. Antes no sudaba tanto, no sé si le ha abandonado la esteticién, pero se pone a hablar y, de repente la frente empieza a brillar y a humedecerse como si fuera el piloto de 'Aterriza como puedas'. Pero lo mejor son los gestos de María Jesús Montero sentada a su lado en el escaño. Claro, María Jesús Montero es médico, no lo olvidemos esto.
Y por eso ella sabe mejor que nadie el estado del paciente que se sienta a su derecha en en el escaño. Sabe que no está bien, Pedro. Y entonces activa una mezcla de reacción maternal y de juramento hipocrático y se pone a apuntalar cada frase de su Pedro con unas muecas exageradísimas. Mírate el vídeo de ayer en la sesión de control. Se pasa los minutos de intervención, los 4 minutos de intervención, 2 minutos de intervención de Pedro Sánchez mandando callar a la bancada del PP y estirando el cuello para hacerle señas a Francina Armengol como diciendo, "oye, que le saque ya un amarilla a Tellado.". Es muy divertido ver las intervenciones parlamentarias del presidente sin volumen, solo fijándose en los gestos que dispara a su lado la vicepresidenta primera. Oye, jugar al mus contra estos dos debe ser una pesadilla, ejecutan como 20 muecas por segundo.
Huelga por la paz
Ayer hubo una huelga general en España, no sé si te enteraste, pero por si acaso te lo cuento. Digamos que tuvo un seguimiento mediocre, pero en realidad el grado de seguimiento, tal como está la credibilidad de unos sindicatos patéticamente amaestrados con subvenciones por el gobierno, es casi lo de menos. Lo bochornoso es que ya no protestan por la precariedad laboral o por el estancamiento de la renta per cápita, o por el paro juvenil, o por la presión fiscal sobre autónomos y clases medias o por la nueva subida de la inflación, que ayer se fue al 3%. No, no. El motivo de la huelga era el genocidio palestino.
Estos son los únicos que no se han enterado de la firma de la paz en Egipto. Una paz frágil, de acuerdo. Pero una paz. Por eso han comparado a nuestros sindicalistas con aquellos guerrilleros japoneses de la Segunda Guerra Mundial que seguían combatiendo atrincherados en el monte dos décadas después de la rendición de Japón. No se habían enterado de la bomba de Hiroshima. Pero lo de nuestros sindicatos gubernamentales es peor que ignorancia, es mezquindad.
Porque hace falta ser mezquino para echarse a la calle justo cuando los rehenes vuelven con sus familias y justo cuando las bombas dejan de caer. Y justo cuando la ayuda humanitaria vuelve a fluir. Hace falta ser mezquino y sectario para enfadarse con un alto el fuego porque ya no puedes seguir sacando rédito político de las muertes de otros.