En el programa 'Herrera en COPE', conducido por Alberto Herrera, el colaborador José Antonio Agredano ha compartido una profunda reflexión personal en su sección ‘Crónicas Perplejas’. Agredano ha explicado que tener manías es, en cierto modo, "pedirle a la sociedad que se adapte a nosotros", a nuestras costumbres y escrúpulos. El periodista ha confesado ser una persona "de convivencia difícil" debido a sus numerosas manías, como su molestia por el desorden, la necesidad de una almohada específica para dormir o beber agua antes del café. "Soy de ese tipo de personas, de las que alinean las cremas en el baño, de los que necesitan la luz precisa en el lugar adecuado", ha admitido Agredano. Sin embargo, Agredano ha contrapuesto esta rigidez con el poder del amor, que describe como algo que "tiene forma líquida y se va adaptando a la grieta y a las cicatrices que nos dejó la vida". Esta fuerza, según el colaborador, ha sido clave en su vida, asegurando que "el amor ha derribado muchas de mis manías". La paz de la vida compartida, "con los amaneceres compartidos, con una cotidianidad de vino enfriándose y besos en la cocina", ha demostrado ser más fuerte que sus costumbres. Gracias a la convivencia, ha aprendido a esperar y a comprender que no es "tan importante". Agredano ha llegado a la conclusión de que sus manías son, en gran medida, "consecuencia de la soledad, de vivir demasiado tiempo conmigo mismo, de escucharme demasiado". Una reflexión que apunta al aislamiento como el caldo de cultivo para la rigidez personal. Finalmente, el colaborador de 'Herrera en COPE' ha destacado que "el amor todo lo suaviza y todo lo aclara". En la vida en pareja, concluye, "hay cosas mucho más importantes en las que pensar que el orden de los frascos o la rigidez de nuestras rutinas".