La valentía de un cirujano y lo que esconde una operación: Rafael Hernández lo explica en 'Herrera en COPE'
El cirujano de la Fundación Jiménez Díaz ha pasado este miércoles por los micrófonos de 'Herrera en COPE'
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
"Bueno doctor, me pongo en sus manos": Esta es la frase que más escucha un cirujano en su última conversación con el paciente antes del momento clave. Detrás de esa frase se esconde un universo de dudas, miedos y de confianza ciega en alguien a quien a menudo no conoces.
El cirujano se enfrenta cada vez que entra a esa quirófano a la responsabilidad de salvar una vida. Rafael Hernández es cirujano cardiovascular y ha puesto nombre a ese instante en el que, una vez puestos los guantes, ya no hay vuelta atrás. Lo llama "La hora de los valientes" y hablado de ello hoy en 'Herrera en COPE'.
El doctor considera que tanto el paciente como el cirujano son ambos valientes. El paciente para su vida por completo y confía en una persona que acaba de conocer en una consulta. El cirujano, por su parte, asume el riesgo de operar a un semejante, aunque forma parte de su profesionalidad.
Rafael Hernández lleva 25 años ejerciendo como cirujano cardiovascular y recuerda su primera vez de una manera vaga. "Recuerdo más las sensaciones que el hecho en sí. Pasas muchos años preparándote para que llegue ese momento. Es el principio de un camino que va a ser largo, tu carrera profesional comienza en ese momento", incide.
Quirófano
El cirujano opina que estás constantemente formándote. "Desde el minuto 1 que entra un residente en el hospital hay un grupo de personas encargados en formarle. Cada día vas aprendiendo un poco más hasta que los que tienes alrededor consideran que puedes dar el salto. La población tiene que entender que es una formación que se produce durante muchos años", recalca sobre la formación que se recibe desde los inicios.
Rafael Hernández, en 'Herrera en COPE'
El momento de antes de empezar una operación puede dar "cierto respeto". El paciente habitualmente cuando se le plantea la intervención le suele surgir la pregunta sobre si se puede llegar a morir. "Hay que ser honesto y decir la verdad, la probabilidad es mínima. El paciente ve pasar su vida por delante, todo procedimiento en un hospital conlleva un riesgo", recalca.
TE PUEDE INTERESAR
Diego González Rivas, el cirujano que ha revolucionado la cirugía torácica en el mundo
EL MIEDO A PERDER UN PACIENTE
A lo largo del recorrido profesional de un cirujano se puede dar la situación que un paciente fallezca. El médico subraya que son situaciones aisladas, habitualmente son pacientes que tienen enfermedades graves y que no tienen grandes oportunidades o suelen llegar de manera emergente.
Desde el punto de vista médico, no es lo mismo cuando nos operamos de un juanete a una operación a corazón abierto. "Son más laboriosas y tienen más riesgo", habla sobre la segunda cuestión. La evolución entre el médico y el paciente ha evolucionado en los últimos años, porque antes el médico era el único que sabía como funcionaba un procedimiento. Hoy en día solemos recurrir también a herramientas como Google o incluso IA. "Cogemos el teléfono móvil y accedemos a los médicos. El paciente suele acudir a consulta bastante informado", concluye.
Escucha la entrevista completa a Rafael Hernández en 'Herrera en COPE'.