La razón por la que se reabre la duda sobre la muerte de Mario Biondo doce años después: su fallecimiento podría no haber sido un suicidio
Nacho Abad cuenta en Fin de Semana cómo la Audiencia Provincial de Madrid menciona “indicios de que la muerte no fue suicida”, aunque mantiene el caso archivado
Madrid - Publicado el
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Diez años después del fallecimiento del cámara italiano Mario Biondo, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, su caso vuelve a estar en el foco mediático. La Audiencia Provincial de Madrid ha introducido en un auto una frase que ha reavivado las sospechas sobre lo que realmente ocurrió en la madrugada del 30 de mayo de 2013, cuando Biondo apareció muerto en su domicilio de la capital.
Según explica el periodista de sucesos Nacho Abad en Fin de Semana, el tribunal reconoce que los informes aportados por la familia del joven “exponen indicios de los que se puede deducir que la muerte no fue suicida”, una afirmación que ha generado enorme repercusión. Sin embargo, el propio auto también aclara que no existen pruebas suficientes para sostener la tesis de un homicidio.
“Son palabras muy graves —advierte Abad—, porque el caso se cerró hace años, pero esa frase abre de nuevo la puerta a la duda”.
Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo
Un caso lleno de incógnitas
Mario Biondo fue encontrado muerto en su casa de Madrid el 30 de mayo de 2013, colgado con un pañuelo de una estantería. La investigación española determinó que se trató de un suicidio, pero la familia del joven nunca ha creído esa versión.
Nacho Abad reconstruyó los últimos movimientos de Biondo la noche anterior a su muerte. “A las 8:15 se despide de Raquel Sánchez Silva, que viaja a Plasencia. Minutos después hace tres llamadas, una de ellas a una persona que le iba a suministrar cocaína”, señala el periodista.
Horas más tarde, el cámara habla con su hermana en Sicilia, saca 110 euros en un cajero y se le ve regresando a su casa. “A las 11:45 intercambia mensajes de cariño con su mujer, y después, entre las 12 y las 2:50 de la madrugada, se constata que navega por internet y paga tres copas de champán en un local de la Plaza de Oriente”, explica Abad.
Nacho Abad reconstruye los mensajes entre Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo
A las seis de la mañana, Biondo aún estaba activo en WhatsApp. Poco después, deja de responder. Esa misma tarde, una empleada doméstica lo encuentra sin vida.
El neuropsiquiatra forense José Miguel Gaona, invitado también al programa, subraya que algunos errores en la autopsia inicial pudieron contribuir a la polémica. “El médico forense no abrió el cráneo de Biondo, lo que impidió detectar que tenía un hematoma subdural, compatible con un golpe recibido en vida”, explica Gaona.
Los análisis toxicológicos revelaron presencia de alcohol y cocaína en sangre, algo que el experto considera relevante: “La cocaína sin metabolizar indica un consumo muy reciente, y además es una sustancia que puede provocar comportamientos impulsivos o depresivos”, añade.
El periodista recuerda que la primera autopsia española concluyó que la causa de la muerte fue un suicidio por ahorcamiento, pero que posteriormente la familia de Biondo encargó nuevos informes en Italia. Estos análisis denunciaron irregularidades en la investigación española, aunque finalmente tampoco pudieron demostrar de forma concluyente que se tratara de un homicidio.
La cocaína sin metabolizar indica un consumo muy reciente, y además es una sustancia que puede provocar comportamientos impulsivos o depresivos”
Neuropsiquiatra forense
Italia también archivó el caso
La justicia italiana investigó durante años la posibilidad de que Biondo hubiera sido asesinado. Según el auto de la Audiencia Provincial, “en Italia se llevó a cabo toda una investigación judicial contra los denunciados —entre ellos Raquel Sánchez Silva— y concluyó con un archivo por existir dudas sobre la tesis homicida”.
En ese sentido, el documento español señala que “no subsisten elementos para demostrar más allá de toda duda razonable” que la muerte fuese un asesinato. Por tanto, el procedimiento sigue archivado tanto en Italia como en España.
“Aunque haya opiniones científicas y periciales que discrepen, las pruebas no permiten salirnos del suicidio”, resume Abad. “Y eso significa que, judicialmente, el caso está cerrado”.
Pese al cierre judicial, la familia de Mario Biondo mantiene su lucha. “Los padres están convencidos de que fue asesinado, porque su hijo hacía planes de futuro y no mostraba señales de querer quitarse la vida”, explica Nacho Abad.
Por su parte, Raquel Sánchez Silva ha sido objeto de críticas y teorías por parte de algunos sectores. El neuropsiquiatra Gaona mencionó un detalle que contribuyó a tensar la relación entre la presentadora y la familia del cámara: “A las 48 horas del entierro, ella se marchó a Formentera, un viaje que tenían previsto juntos, y publicó fotos sonriente”, relata. “Eso generó incomprensión, aunque —añade Cristina López Schlichting— cada persona vive el duelo a su manera”.
Mario Biondo, en una foto de archivo
Además, se especuló con una supuesta manipulación del ordenador de Biondo después de su muerte. “Al parecer, desapareció información del dispositivo, algo que podría parecer sospechoso, aunque también puede tener explicaciones personales, como borrar archivos íntimos”, matizó la presentadora de COPE.
Nacho Abad subraya que la famosa frase del auto no implica que la justicia crea que hubo homicidio, sino que “reproduce los argumentos de los informes aportados por la familia”.
En su opinión, el caso simboliza el choque entre el dolor de unos padres que no aceptan el suicidio y la falta de pruebas objetivas para demostrar otra cosa. “Después de diez años, lo que dicen las pruebas es que no se puede salir del suicidio. Y eso implica el archivo definitivo del caso”, concluye Abad.
El tiempo, sin embargo, no ha cerrado las heridas. Para los padres de Mario Biondo, su muerte sigue siendo un misterio. Para la justicia, un suicidio. Y para la opinión pública, una historia marcada por la duda, la tristeza y una pregunta que, una década después, continúa sin respuesta: ¿qué ocurrió realmente aquella noche de mayo en Madrid?