"El sino de nuestro país es la desunión política. Qué vergüenza y qué dolor: Da igual que nos ataquen en los trenes de Atocha, que se desborden los ríos o que se queme el monte"

Cristina López Schlichting arranca la nueva temporada de Fin de Semana y aborda el drama de los incendios que han asolado nuestro país este verano, el panorama política y el escenario internacional

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¡¡¡Muy buenos días España!!! Que ya estamos aquí. Madre mía como estaba ya Madrid esta mañana, parece, parece que la mayoría estáis ya como nosotros y os estáis incorporando. Pues muy bienvenidos. Esto es Fin de semana de la Cadena Cope y te saluda Cristina López Schlichting al frente de todo el equipo que te va a acompañar en esta nueva temporada de radio 2025-2026.

Empezar, esa es la palabra. Deja lo de volver, lo de “otra vez a lo mismo”, lo de retomar. Déjalo, porque no es cierto. Ni un solo día de la vida es igual a anterior. Ninguna semana, ningún año. El contenido del tiempo no nos es dado ni sabemos anticiparlo. No existe la bruja Lola. Ni podemos detenerlo ni rellenar. Viene a su gusto, lleno de sorpresas inesperadas. Y lo que en estos días ocurre es que inauguramos una temporada que nos reserva cosas, personas, encuentros que ahora ni podemos imaginar.

Cuando llegue el próximo verano, echaremos la vista atrás y diremos ¡quién nos lo iba a decir! Así que adelante, que vamos a comenzar, con expectación y curiosidad, con agradecimiento por estar aquí. Estamos hechos para esto, para abrir el paquete regalo, inaugurar la fiesta, deslizar de par en par las hojas de la puerta. No nacemos para encerrarnos ni clausurar, para truncar ni finiquitar. Nuestro corazón se rebela frente a estas cosas porque estamos bien hechos. Así que adelante, siempre adelante.

El último fin de semana de agosto trae lluvias en el norte y en Baleares por la entrada de varios frentes. Aunque el termómetro va a remontar hoy a partir del domingo, llega una borrasca por el oeste que provocará un descenso término. Es un sube y baja que ya suena a otoño, así que a las 11 le preguntaremos a Olcina, nuestro hombre del tiempo, si tenemos que empezar a temer otra dana, por ejemplo. Ahora que recordamos con dolor lo ocurrido hace un año.

Cómo es la naturaleza, qué pequeños nos hace y qué verdad es que, por eso, los hombres del campo son los más sabios. Ahora traumatizados por el fuego de este verano. Incendios horrorosos, que han quemado 400.000 hectáreas de nuestro bellísimo país y no se habían visto así desde 1994. Hoy siguen en marcha en León y en Almería, donde se combate contra el fuego en Lubrín.

Una desearía que la vuelta, lógicamente, fuese la de la batalla común contra los elementos desatados … y no. El sino de nuestro país es la desunión política. Qué vergüenza y qué dolor que lo hagamos siempre, pero siempre. Da igual que nos ataquen en los trenes de Atocha, que se nos desborden los ríos o se nos queme el monte. 

Ayer comparecían el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en las cortes locales y el ministro de Agricultura, Luis Planas, en el congreso nacional. A las puertas del parlamento de Castilla y León agentes y bomberos forestales exigieron la dimisión del presidente autonómico, quemaron balas de paja y montaron un follón reclamando menos acción privada y más prevención pública desde posturas de izquierda.

En las cortes, el ministro cargaba contra el PP, al que acusaba de luchar contra el Gobierno mientras este lo hacía contra los incendios..

¿De verdad piensan que en esto les seguimos? ¿De verdad ignoran lo hartísimos que estamos de que se politice absolutamente todo? ¿De verdad desconocen el mal que nos está haciendo como país? Mientras se pleitea, los reyes de España recorren Galicia, Castilla y León, ayer Extremadura, acariciando rostros, apretando manos, abrazando. Aplausos y vítores, lágrimas y agradecimiento por dos personas que, simplemente, miran con tristeza lo ocurrido, restañan heridas, animan y apuntan al futuro.

Es muy, pero que muy cansino, volver de un verano incendiado y monstruoso y centrarnos en la batalla política. Pedro Sánchez, que ha alargado sus vacaciones y se ha marchado a Andorra esta semana, quizá para ayudar a su mujer, que lo primero que tiene que hacer al volver es enfrentarse a los tribunales se sube al carro de la polémica y el enfrentamiento. Inaugurará el lunes el curso político con un acto de Gobierno sobre el clima, que no busca explicarnos la raíz del fuego, que eso está muy bien, sino polemizar con los que niegan el cambio climático. Dividir más, en definitiva. El lunes comparecerá con la vicepresidenta y ministra de transición ecológica, Sara Aagesen.

Polémica también María Jesús Montero que al menos ya se ha puesto a trabajar y ayer anunciaba que el martes el Gobierno llevará al Consejo de Ministros la condonación de 85.000 millones de euros de deuda a todas las comunidades autónomas.

La quita busca, entre otras cosas, tapar el escándalo del cupo catalán. Ella sigue diciendo que la ruptura de la hacienda y la caja común es falsa, pero me temo que los ciudadanos andaluces le van a decir lo que piensan en las urnas de la próximas autonómicas.

Y, lo que es el colmo, los menores de Canarias, Melilla y Ceuta siguen sin reubicarse. Muy enfadadas lógicamente están casi todas las autonomías porque ni Cataluña ni el País Vasco reciban migrantes. Andalucía recibirá 677, Madrid 647 y Valencia 571. Son las que mayor esfuerzo harán y se quejan de que no tienen ni instalaciones ni recursos. Baleares se sumó ayer al recurso en el Supremo contra el procedimiento de traslada y reubicación, que ya han impugnado no solo las comunidades del PP sino la de Page, Castilla La Mancha.

Este torpísimo follón alimenta el racismo. El líder de VOX publicó ayer un nefasto e irresponsable mensaje en las redes diciendo que el barco Open Arms debía ser hundido. Lamentable forma de abordara las cosas y azuzar EL ODIO. Claro, ha faltado tiempo para que Fernando Clavijo desde Canarias, Oscar Puente, Yolanda Díaz y Ernest Urtasun lo llamasen fascista. Encantado están de que Abascal les dé motivos de choque.

No puedo dejar sin comentar el panorama internacional donde las guerras de Ucrania y Gaza siguen activas y la paz no ha avanzado en todo el verano. Ayer Israel, en un gesto vergonzoso, declaró la ciudad de Gaza “zona de combate” antes de ordenar la evacuación forzosa de un millón de civiles. Desde el holocausto o el estanilismo no recuerdo nada igual. En respuesta, Turquía ha anunciado que cierra sus puertos y aeropuertos a Israel. Si sumamos que Irán inicia su salida del pacto de no proliferación nuclear porque quiere seguir con su programa , podemos imaginarnos cómo está de peligroso el clima en oriente medio.

Con relación a Ucrania, los aliados europeos se ha abierto a enviar instructores militares. Orban es el único que desde Hungría se ha negado a suscribir ayer una declaración condenando los últimos ataques rusos contra Kiev. Esta semana expira el plazo dado por Trump para que Rusia y Ucrania alcancen un acuerdo... y las cosas tampoco pintan bien.