El silencioso drama que sufren en la segunda provincia más pobre de República Dominicana: "Sin aviso y sin piedad entran en la casa con las excavadoras"
Patricia Rosety, compañera de COPE, cuenta la situación que está viviendo los habitantes de El Seybo, en República Dominicana
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Siempre es bonito saber a qué dedican las personas su tiempo libre. Nuestra compañera de Tribunales, Patricia Rosety, lleva muchos años pasando el verano en un lugar muy desconocido de República Dominicana. Es uno de sus rincones más pobres, El Seybo: "La segunda provincia más pobre, agrícola, muy fértil pero con muchos problemas de titularidad".
Patricia Rosety puso rumbo, como voluntaria de los misioneros dominicos, al barrio de Villa Guerrero, en la localidad de Los Solares. Iba junto al padre Miguel Ángel Gullón y explica que se toparon con un panorama desolador: "Tres días antes ocurrieron los desalojos. Ocurrió en de madrugada, que está prohibido por ley, porque desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana no se pueden hacer estas cosas. Eran las cinco de la mañana y sin aviso, sin ninguna orden, sin ninguna explicación, con excavadoras y sin piedad, cientos de policías quitaron las casas a estas personas. Es un barrio, una zona pequeñita y entraban a saco, aporreaban la puerta con sus armas y decían que salgan ya porque si no metían la excavadora".
La periodista relataba en Fin de Semana el funcionamiento de las tierras y su titularidad: "La tierra tiene utilidad pública y el Estado decide el fin de esa tierra. Esta tierra en concreto se la dio a una multinacional de la caña de azúcar, a Central Romana, que tiene prácticamente no sé si toda la isla o casi toda, donde son los haitianos que casi en esclavitud trabajan en esas tierras por muy poco dinero, de sol a sol y de lunes a domingo".
Esas tierras, explicaba Rosety, "Central Romana se las había dado al ayuntamiento de El Seybo para hacer un cementerio. Por el motivo que sea, el cementerio no se puede hacer ahí y el ayuntamiento da la tierra a estas familias para que hagan su casa (...) hace un año y medio, las autoridades llamaron a los dominicos, a los misioneros y misioneras, para decirles que intermediasen con estas familias, porque en la zona central de donde estaban ellos querían quitar esas casas, que las apartasen un poquito, porque ahí iban a hacer unas viviendas para estas familias".
Se trataba de 50 viviendas y muchas familias se apuntaron para poder acceder a ella: "Qué sorpresa que esa noche, la madrugada del 5 de septiembre, sin avisar, hacen todo esto, con excavadoras, que eran excavadoras de algunos ayuntamientos, entre ellos el del Seibo".
Cuenta Rosety que nadie dio una explicación a estos vecinos ni han sido recibidos. Ante el silencio, "ellos se han movilizado y se hizo una caminata allí, días después, para hacerse visibles en El Seybo y Miguel Ángel Gullón, el misionero dominico, les da voz en la radio".