"Óscar Puente, en lugar de centrarse en lo que sí le corresponde, opta por la ironía y el sarcasmo para hacer leña del árbol caído"
Beatriz Pérez Otín también pone en valor este sábado la labor de los miles de efectivos y voluntarios que se enfrentan a las llamas que están arrasando gran parte de España
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Arranca “Fin de Semana COPE” con Cristina López Schlichting… te saluda Beatriz Pérez Otín, en nombre de todo el equipo.
Hoy, sábado 16 de agosto de 2025, nos encontramos en pleno corazón de uno de los puentes más esperados del verano: festivo, largo, con plazas y calles llenas de vida, y verbenas que se cuelan por las ventanas. Ojalá este agosto, con sus altas temperaturas y su ritmo pausado, te esté regalando momentos de descanso, risas y algún que otro chapuzón.
Aunque lo cierto es que mientras algunos disfrutan de este verano, otros lidian con una situación a la que nunca se querrían haber enfrentado: el fuego.
España arde —de norte a sur— a esta hora siguen activos dieciséis incendios forestales en España, con especial virulencia en Galicia, Castilla y León y Extremadura. En Ourense, el fuego de Chandrexa de Queixa ha arrasado ya 16.000 hectáreas, mientras en Zamora otro foco supera las 31.000. En Extremadura, los incendios del Valle del Jerte y el Ambroz han obligado a confinamientos y a pedir ayuda urgente a Europa. La UME y los equipos de extinción trabajan con más de 3.000 efectivos y 20 medios aéreos.
El fuego también altera la vida cotidiana: el AVE Madrid–Galicia continúa suspendido y varias carreteras permanecen cortadas.
Con miles de vecinos desalojados, la prioridad hoy sigue siendo contener las llamas. El Gobierno descarta por ahora declarar la emergencia nacional, pero dice, mantiene todos los recursos desplegados.
Cientos de bomberos, brigadistas, agentes forestales, la Unidad Militar de Emergencias y voluntarios trabajan sin descanso para proteger nuestros montes, nuestros pueblos y nuestras vidas…
Una entrega admirable. Desde luego a ellos les debemos mucho más que un aplauso…
Son vecinas de Astorga, ensalzando la labor de esa gente anónima que, con sus manos, sus cubos de agua y sus viejas mangueras, defiende la tierra heredada de padres y abuelos… o, como en el caso de Mircea Spiridon, ni siquiera eso.
Mircea, mecánico rumano de 50 años, murió este martes envuelto en un gesto de pura humanidad: intentaba rescatar al dueño de una hípica en Tres Cantos —un hombre de 83 años— y a sus caballos, acorralados por las llamas. No defendía la tierra que lo vio nacer, pero sí aquella que le abrió las puertas hace ya dos décadas. Su nombre se suma al de Abel y Jaime, voluntarios que también cayeron en la lucha contra la virulencia de estos fuegos.
Tres hombres, tres historias y un mismo hilo: el coraje. Ellos encarnan a esos héroes silenciosos que se juegan la piel —y a veces la vida entera— donde otros apenas se asoman, o ni siquiera aparecen.
Y luego están los que no sufren… los que, precisamente, encienden la llama… 30 personas han sido detenidas y están bajo investigación como posibles responsables de provocar incendios.
El mito de los fuegos provocados sigue vivo.
Según el SEPRONA, al menos uno de cada cinco se sospecha intencionado. ¿La piromanía pura? —un trastorno individual— apenas explica un 3 % de los casos. El resto… es negligencia, venganza, intereses mezquinos… o pura irresponsabilidad.
Mientras el fuego avanza sin cuartel, se repite un patrón insoportable: montes abandonados, gestión inexistente, avisos ignorados. ¿Y el resultado? Siempre el mismo: pueblos evacuados, ecosistemas arrasados, economías hundidas, vidas truncadas. Y todo ello envuelto en una política que, demasiadas veces, prefiere el sarcasmo a la empatía… y la palabra a la acción.
Seguro que lo has reconocido: es el ministro Óscar Puente. Mientras se le paran los trenes, y deja a miles de viajeros en tierra, en lugar de centrarse en lo que sí le corresponde, opta por la ironía y hasta el sarcasmo para hacer leña del árbol caído.
Lo que parece no entender es que hay asuntos con tanto dolor detrás… que no admiten ni ironía ni sarcasmo…
¿Qué opinará este agente medioambiental en Zamora, Andrés, de la ironía del ministro?¿Y su familia? ¿A la que ni siquiera le dice las horas que lleva trabajando sin descansar?
Cuando se juega con el sufrimiento ajeno, el chiste deja de ser ingenio para convertirse en crueldad…
Y no, no podemos esperar el verano como quien espera la primavera, sabiendo que el fuego vendrá… Dando por hecho que es un mal inevitable:
Es Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, quien hablaba en La Linterna de COPE. Decía que es imposible invertir lo que costaría limpiar todos los montes de su comunidad… Y sí, la cifra es astronómica. Pero la verdadera pregunta no es el costo: ¿esperamos al siguiente incendio o construimos, de una vez por todas, un pacto de Estado que garantice gestión forestal, prevención activa, recursos y coordinación inmediata?
Se necesita un pacto de todos ya… Porque mientras el fuego y el humo dan paso a la ceniza y a la reconstrucción, la capacidad de reacción no siempre está a la altura: ocurrió en la pandemia, en Filomena, con la DANA y, más recientemente, con el gran apagón.
Nuestros políticos deben demostrarnos —y nos lo deben— que están por encima de sus intereses y que merecen la confianza del pueblo.
Esta semana el fuego nos deja, de momento, tres fallecidos, más de 115.000 hectáreas arrasadas, miles de evacuados y carreteras cortadas. Y también nos deja una evidencia: que mientras algunos reaccionan tarde o gobiernan a distancia, otros se juegan la vida en primera línea —bomberos, brigadistas, la UME, vecinos y voluntarios—. Su generosidad contrasta con la ruindad de quienes prenden fuego por capricho o por interés.
Decía alguien que la verdadera medida de la grandeza está en cómo tratamos a quienes nada pueden ofrecernos. Y en estos días se ve con claridad: unos actúan desde el deber y la solidaridad, otros eligen mirar hacia otro lado… a ver si con suerte… las cosas se resuelven solas.
