Un experto, sobre la implantación de tasas turísticas: "Muchos políticos creen que, cuantas más personas van, es que lo hacen bien. No. Lo que haces es llenar de personas la ciudad"

Domenec Biosca es consultor turístico y presidente de Educatur. En Fin de Semana aborda la decisión de muchos consistorios de cobrar por visitar sus calles

Redacción Fin de Semana

Publicado el

3 min lectura

Casi cuatro veces más que los turistas nacionales son los extranjeros. El turismo es un sector clave para la economía de nuestro país, que representa nada más y nada menos que el 13,1% del PIB. Si se mantiene la tendencia, todo apunta a que este 2025 España superará los 100.000.000 de visitantes. 

Algo realmente positivo para la economía nacional... pero no tanto para los vecinos locales que, en muchos casos, sienten que sus ciudades sucumben al paso de las maletas y de los alquileres vacacionales. 

Barcelona es ejemplo de ello. La Ciudad Condal recibe el 20 por ciento de todos los turistas que llegan a nuestro país. Es la urbe más turistificada del mundo. Ríos de gente peregrinando hacia el Park Güell, selfies con ruido en la Sagrada Familia o ramblas en las que caminar cada vez es más difícil. 

¿Dónde está la solución a este problema? ¿Cómo hacer el turismo más sostenible? Los ayuntamientos de algunas ciudades ya están empezando a tomar medidas como la tasa turística. Si tomamos como referencia Barcelona, hace apenas una semana se ha aprobado el incremento de esta tasa que ya existía a 8 euros. Se establecerá progresivamente hasta 2029. Es el doble de lo que cuesta ahora. Cataluña y Baleares ya llevan años cobrándola. Pero, ¿realmente cumple con su propósito? O mejor dicho, ¿Cuál es ese propósito?.

Domenec Biosca es experto en turismo y presidente de 'Educatur' y en Fin de Semana ha explicado que el turismo es maravilloso cuando "tienes éxito y sabes organizarte. Si vas por Barcelona y las calles están llenas, no hay taxis, no hay profesionales para trabajar y resulta que cada vez pagas más, dices... ¿qué está pasando?". 

En opinión de este consultor turístico, la imposición de tasas -extendidas en varios países de nuestro entorno- pueden verse por el público como una medida recaudatoria: "Al principio es recaudar, recaudar y recaudar. Y provoca una mala imagen de las calles. Si tú cobras cada vez más a los turistas pero resulta que no hay seguridad, o hay incomodidad, o hacen calles peatonales muy largas que dificultan la circulación... hay cosas que tienen que hacer personas que saben de qué va". 

En opinión el experto, sería positivo implementar una tecnología para conocer qué consecuencias tiene que los turistas que viajan a un país regresen contentos del lugar que han visitado: "Si se van contentos, vendrán más turistas. Si vienen más, ¿qué medidas vamos a tomar en calles, aeropuertos, con los taxistas? ¡Pero eso no se hace!". 

Y es que la tasa turística es útil cuando se explica para qué se va a utilizar: "Puedes aumentar la tasa pero también colapsar las calles. Lo que pasa es que muchos políticos piensan que, cuántas más personas vienen, es que lo hacen bien. No. Lo que haces es llenar de personas la ciudad. Pero luego, ¿cómo lo gestionas? ¿Hay taxis? ¿Hay colas en centros sanitarios? ¿Captamos buenos profesionales? Es un mundo tan grande que es difícil que de golpe y porrazo se ponga en marcha".