Una de "Las tres Gracias" de Rubens sufría un cáncer de mama

El 'médico de cuadros', Francisco Javier Barbado, ha hablado en Fin de Semana con Cristina sobre su pasión y ha explicado los rasgos más significativos

@crisschlichting

'Fin de Semana' COPE

Tiempo de lectura: 3' Actualizado 13:16

Sabemos que cada cuadro de un museo esconde una historia detrás, ¿pero sabías que se podían identificar enfermedades en los personajes representados en ellos? Pues a esto se dedica Francisco Javier Barbado, quien ha ejercido toda su vida como médico en el Hospital Universitario La Paz y ha sido tutor de docencia del MIR (Médicos Internos y Residentes), además de haber ejercido como profesor asociado de medicina en la Universidad Autónoma de Madrid.


Ahora disfruta de su vida de jubilado y recorre los pasillos del Museo del Prado, parándose a analizar las obras de prestigiosos pintores como Goya o Velázquez y siendo capaz de descubrir distintos problemas de salud en ellos. Para descubrir de dónde le viene ese don, Francisco Javier Barbado ha estado en Fin de Semana con Cristina y ha explicado qué metodología sigue para hacer sus diagnósticos.


En primer lugar, el doctor ha dejado claro que esta pasión no le ha surgido ahora que ha dejado de ejercer su profesión: “Esto viene de lejos, como tutor de docencia ya organizaba seminarios, hace casi ya dos décadas. Al unir medicina y humanidades me surgió la inquietud por la patología de la pintura en El Prado”.


Sobre el nombre que tiene el colectivo de los médicos que se dedican a esto, Barbado ha explicado el matiz: “Lo hemos llamado diagnostico de inspección. Siendo estudiante me asombraba ver a los maestros hacer un diagnósticos a inspección general, y se puede hacer lo mismo con los cuadros de El Prado”.


Del mismo modo, ha revelado que esta afición data de épocas atrás: “Existe una gran tradición, ya con Gregorio Marañón y antes de la Guerra Civil se hablaba de estos diagnósticos. La medicina todavía tiene matices de arte, las decisiones clínicas son distintas a otras y están relacionados con la visión”.


¿Y qué estrategia sigue para diagnosticar? Así lo ha explicado: “Encuentro los signos físicos, diferenciaría la biología y la biografía. Veo las dos cosas, la cara no es el rostro, es distinto, el rostro se hace y se descubre, las cualidades psíquicas también”.


Uno de los cuadros más famosos y representativos es el de Las Meninas, y Barbado puesto de manifiesto todo lo que le transmite: “Es apasionante, Velázquez pintó la luz, el aire, el espacio... era la habitación del príncipe Baltasar. Es un enanismo hipofisareo, tiene también una hipoplasia inferior, es un psiquismo normal. La más apasionante es la princesa Margarita, la llamaban la niñita triste y pálida. La Menina que tiene a su derecha le está ofreciendo agua, pues quizá no haya tal”.


La Gioconda tampoco se queda atrás y el doctor ha explicado las diferencias con la que se encuentra en el Louvre: “La Gioconda ha estado siempre ahí apartada, no es como se dijo en 2012 que se descubrió, ya estaba en El Prado. Había un paisaje parecido en la original del Louvre. Los arrepentimientos son los mismos que en la original, por lo que se pintó al mismo tiempo en el taller de Leonardo. Yo lo que veo es un nódulo en la mano derecha, algo intrascendente, no existe la alopecia que dicen que hay en la del Louvre ni mucho menos. Lo asombroso es que tiene una mano de garra en forma de atrofia, está sujetando en realidad la mano izquierda sobre la rodilla, por lo que no existe tal atrofia. Está perfectamente sana”.


¿Y cuál es uno de los cuadros que más pasión le despierta? Así ha contestado: “Me voy a un cuadro muy seductor, David vencedor de Goliat, es apasionante que haya un relato clínico. Goliat está decapitado y se ve medio cuerpo, tiene un gigantismo y es muy llamativo la separación de los dientes. Enseguida surge la seducción. Está pintado tal y como viene descrito en La Biblia".


También hizo este análisis de uno de los cuadros de Goya: “En Goya hay un cartón que despierta mucha pasión entre los médicos porque es un curso evolutivo. Hay una mujer campesina acomodada, un niño bien vestido y otro que es enano y está llorando. Tiene alteración en la cara, alteraciones esqueléticas... se ha diagnosticado muy clásicamente. Se asocia también hipotiroidismo y retraso mental, porque el comportamiento que tiene el niño también es de eso”.


Finalmente, sobre el cuadro de "Las tres Gracias" de Rubens, aseguró que "una de ellas sufría un cáncer de mama". También dijo esto sobre si tiene proyectos a largo plazo después de recoger tantos apuntes con sus diagnósticos del museo: “Hasta ahora no he tenido la idea de escribirlos en un libro, pero tengo suficiente borrado para hacerlo”.