Las Supremas de Móstoles, en confinamiento: “El pelo nos lo han teñido nuestros maridos”

En Fin de Semana con Cristina hemos hablado con estas artistas, amigas íntimas del programa, para saber cómo llevan la cuarentena en casa

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

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Susi, Vicky y Luis son conocidas como ‘Las Supremas de Móstoles’, tres de cuatro hermanas que se juntaron para cantar juntas. Se las conoce por la canción de éxito ‘Eres un enfermo’ y por su gran sentido del humor, pero ni son cómicas ni esa era su primera vez al micrófono.

Las tres hermanas le han contado a Cristina cómo llevan el confinamiento: con sus maridos respectivos y deseando poder ver a sus hijos y nietos. Vicky reconoce aburrirse “como una ostra”: “Soy la más callejera, de hecho soy una perra callejera, mi padre me castigaba sin salir y era el peor castigo, estoy como un perro rabioso. Por fortuna estoy con mi marido".

Susi, la segunda hermana, lo lleva “bastante bien” porque no es tan “callejera”, aunque para ella duro no poder ver a su hija embarazada: “Lo peor es no poder acompañarla a los médicos, tiemblo por no poder ir al parto".

Luisi, por su parte, reconoce sin problemas que lo lleva “lo mejor de las tres”: “No me gusta la calle. Estoy con mi marido y cosiendo a mano, que me encanta. Tengo dos nietos a los que estoy deseando vert”.

Hablar de ellas es hablar de su grandísimo éxito ‘Eres un enfermo’: “No fue nuestra idea”, aseguran: “Nos vino en su momento y causamos gracia, ahí seguimos gracias a ello, y se juntó con nuestro aspecto. Surgió porque había mucho marido guarro, y después de eso venía el divorcio. Tuvimos cierta capacidad de dar la alarma, aunque nos lo tomáramos algo de cachondeo". A este respecto, aseguran que muchas personas "se hacen fotos con nosotras por la cara y por los tipos. No somos humoristas, y no entendemos por qué porque no nos hacemos ninguna gracia (entre risas)"”

Su carrera es tan amplia que aseguran que empezaron “con dos años” ya que cogían el micro de casa “y nos poníamos a hacer voces, os lo juramos. No aprendimos, nacimos con ello”.

El momento culmen ha llegado por sorpresa: Antonia, la madre de las hermanas, hacía acto de presencia en antena. “¡Pero qué hijas tengo! ¡Las estoy escuchando en antena!”, ha contado. Ella lleva muy mal el confinamiento porque está “sola”: no he vuelto a salir desde que empezó todo. Tengo terracita y salgo, pero nada más”.

Era inevitable hablar del pelo de sus hijas, quienes han afirmado sin vergüenza que “es nuestro, nadie nos lo ha hecho”, aunque tiene un tiñe que se lo han puesto sus maridos, reconocen.

Para terminar, una promesa: “Cristina, prometemos ir a verte en cuanto todo esto acabe, te echamos muchísimo de menos y queremos ir al estudio a estar contigo, aunque sea con mascarilla”.