Se despertó en un cuerpo de 32 años y una mente de 15
Noami Jacobs abrió los ojos una mañana y se miró en el espejo. Lo que vio no tenía explicación. Era ella misma, pero más envejecida.
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La ciencia ha investigado y el cine recreado en innumerables ocasiones los viajes al pasado y al futuro.
Lo que no es normal es que alguien lo experimente en su vida.
No es habitual pero tampoco imposible.... Naomi Jacobs lo hizo.
Una mañana, al abrir los ojos en su habitación en Manchester, Naomi notó que algo no cuadraba. Así se lo describió a Emily Webb, periodista de la BBC: "Los primeros segundos pensé que todavía estaba soñando. Bueno, era más bien una pesadilla. No podía reconocer la habitación en la que me había despertado. Me acuerdo que lo primero que vi fueron las cortinas y no las reconocí y luego todo en el cuarto... el armario, la cama en la que estaba acostada... miré mi cuerpo y tenía un pijama que nunca había visto. Todo era ajeno".
Saltó de la cama y se dirigió a un espejo. Lo que vio no tenía explicación. Era ella misma, pero más envejecida. Pronunció varias palabras y el efecto fue aún más sorprendente: su voz era más grave. No era el tono de la adolescente de 15 años que se había dormido la noche anterior. No entendía nada. Pareciese como si hubieran pasado muchos años en una sola noche y no lograba dar una explicación coherente a aquello. Tan sólo notaba que había viajado en el tiempo hacia el futuro.
Naomi estaba segura de ser la misma chica de 15 años que se había dormido la noche anterior en el año 1992, pero en realidad era el año 2008 y tenía 32 años.
Su hermana Simone y su mejor amiga Katie, le ayudaron a ubicarse. Le explicaron que aunque ella no recordaba nada de los últimos años, en realidad era una madre soltera que estaba en paro y vivía gracias a la ayuda del gobierno.
Su hijo Leo, un auténtico desconocido
Entender cómo se había desarrollado su vida hasta el momento actual no fue nada fácil para ella. Pero el mayor reto que tenía que asimilar es que era madre de un niño de 10 años, Leo, al que no reconocía en absoluto.
Para que no sufriera, Naomi no le contó en ningún momento a su hijo que en realidad ella se reconocía como una chica de 15 años actuando como su madre. Pero había situaciones cotidianas que descuadraban el plan, como el momento en el que le tuvo que preguntar a qué hora solía irse a dormir.
Una vez situada en su nueva circunstancia, Naomi decidió que tenía que intentar recordar algo de su anterior vida. Para este objetivo, su familia le recordó que ella solía escribir desde pequeña todo lo que le sucedía en un diario.
Después de buscar por todos los rincones, encontraron una caja con la solución para el rompecabezas de su actual vida. ¡Allí estaban los diarios que le describirían que había pasado en todo ese tiempo que ella no recordaba!
Así le contó a la BBC algunas de esas vivencias completamente olvidadas: "Tuve un negocio exitoso y mi propia casa y luego, debido a ciertos problemas, terminé en un camino muy autodestructivo. Perdí el negocio. Perdí la casa. Tuve un problema de cocaína. Me mudé a Grecia por un tiempo. Eso no funcionó. Cuando volví estaba sin hogar y en bancarrota, y había sido diagnosticada en ese momento con trastorno bipolar. Así que sí, fue una época devastadora".
Un final sonoro
Fue un momento muy doloroso descubrir, entre página y página, que había tenido problemas con las drogas y que había sido abusada sexualmente cuando tenía 6 años, algo que ella había descartado de su mente hasta que cuando tenía 25 escribió sobre ello en uno de los diarios.
Pero en esta vida casi de película o quizás de novela faltaba un final. Y el desenlace ocurrió un día en el que una canción le trajo a la mente un imagen en la que estaba bailando aquella misma canción. Sorprendentemente, esa canción tienen por título “Remember me”, que significa, “recuérdame”.
Los recuerdos empezaron a agolparse y con el tiempo recordó absolutamente todo.
A los tres años, un psiquiatra puso nombre y apellidos a lo que le había ocurrido. Era amnesia disociativa, una patología muy poco común que suele ocurrir por estrés severo.
El nombre resolvió el enigma, pero sin duda lo que le aconteció a Naomi es lo más parecido a un viaje en el tiempo que una persona podrá nunca vivir.