EL PARTIDAZO DE COPE

Álex Palou, en El Partidazo de COPE junto al mítico trofeo de las 500 Millas de Indianápolis: "Tendría que llegarme una oferta muy buena de la F1 para pensármelo"

El piloto español detalla las claves de su éxito en Estados Unidos y muestra el mítico trofeo de las 500 Millas de Indianápolis durante su visita a El Partidazo de COPE

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Álex Palou, junto a Juanma Castaño, en El Partidazo de COPE y el gran trofeo de los campeones de las 500 Millas de Indianápolis

Redacción Deportes

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Álex Palou ha visitado El Partidazo de COPE para ser entrevistado por Juanma Castaño. El piloto español, bicampeón de la IndyCar, se presentó en el estudio con el imponente trofeo Borg-Warner, la copa que acredita al ganador de las 500 Millas de Indianápolis. Se trata de una pieza de plata de ley de 1,63 metros de altura y 44 kilos, con un valor aproximado de tres millones de euros, aunque Palou aclaró que "está asegurado por 10 o 15 millones".

La ‘Champions’ del motor

Palou diferencia entre el campeonato de la IndyCar, que consta de 17 carreras en distintos tipos de trazado (óvalos, urbanos y circuitos permanentes), y las 500 Millas de Indianápolis. "Esto es nuestra Champions, para que lo entienda la gente. Yo tengo como cuatro Ligas y una Champions", explicó en la entrevista. La Indy 500 es la carrera "con más leyenda e historia detrás", una prueba de resistencia de casi ochocientos kilómetros a velocidades que alcanzan los 390 km/h.

Un español en la élite de EEUU

Con 28 años y tras siete u ocho años fuera de España, entre Japón y Estados Unidos, Palou se ha consolidado en la élite del automovilismo estadounidense. Aunque admite que en España pasa más desapercibido, en Indiana es una celebridad: "Siempre que salgo, si voy al súper o a donde sea, sí que hay alguien que me para y me pregunta por una foto". El piloto vive cerca de Indianápolis con su mujer, madrileña, y su hija.

Preguntado por la repercusión de su disciplina, Palou asegura que en Estados Unidos la IndyCar tiene más audiencia que la Fórmula 1, aunque reconoce el estatus global de los pilotos de F1. "Son superestrellas mundiales, en todas partes. Ya no se conocen solo por ser pilotos, salen en anuncios, en Netflix, en todas partes", afirmó en los micrófonos de la COPE.

El piloto por encima del coche

Una de las claves que diferencian la IndyCar de la Fórmula 1 es la mecánica de la competición. En la categoría estadounidense, "todos tenemos el mismo coche". Los equipos compran el mismo chasis y no hay desarrollo durante la temporada, a diferencia del Gran Circo. Esto provoca que el piloto y la estrategia del equipo cobren más importancia. "En la Fórmula 1, por muy bueno que seas, si le das un coche que no funciona no puede hacer más", señaló, poniendo el ejemplo de Fernando Alonso.

En un tono más personal, el piloto confesó una superstición reciente: comer lentejas la semana de cada carrera, una costumbre que adoptó tras ganar la primera prueba del año. También señaló a su padre como su gran referente y, al ser preguntado por su próximo sueño, respondió con rotundidad: "Ser feliz". Una meta que, como él mismo ha dicho, ya ha cumplido: "Cuando vi la oportunidad de ser piloto de Indicar, mi objetivo era ganar, pero una vez lo consigues, es conseguir ser feliz".

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.