El jugador brasileño protagonizó una imagen entrañable de la semifinal de la Copa del Rey entre el Deportivo Alavés y el Celta de Vigo. "Estaba muy cerca de la afición del Celta y vi a las personas llorando; me acerqué para darles un abrazo y mucho ánimo. Me arrepiento mucho de escupir a Godín. Me gustaría jugar la final de la Copa del Rey en Maracaná o en el Camp Nou, allí ya ganamos 1-2".