Cáritas Madrid llama a derribar los prejuicios ante las personas sin hogar: "Te miran como si no fueses nada"
Susana Hernández, presidenta de FACIAM y responsable de exclusión social de Cáritas Madrid, analiza el alarmante aumento del sinhogarismo y reclama una acción colectiva
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Con el lema "Sin hogar, pero con sueños", Cáritas Madrid y la Red FACIAM han lanzado su nueva campaña sobre el sinhogarismo, un drama que no deja de crecer. Susana Hernández, presidenta de FACIAM y responsable de exclusión social de Cáritas Madrid, ha calificado la situación de "pesadilla", ya que los últimos datos dificultan alcanzar la meta de erradicar el sinhogarismo de calle para 2030. Según la organización, el número de personas atendidas en 2024 casi duplica las cifras de 2022.
Las causas de un problema creciente
Hernández ha señalado tres factores principales que explican este incremento: la migración forzada, la pérdida de empleo y los desahucios. La responsable de Cáritas Madrid destaca que muchas personas que llegan a España agotan rápidamente sus ahorros al carecer de una red de apoyo, lo que las aboca a la calle. Además, ha subrayado un fenómeno preocupante: "Tenemos en nuestros alojamientos de la red a personas que tienen un trabajo, pero que lo que ganan no les da ni siquiera para alquilar una habitación".
La presidenta de FACIAM también ha alertado sobre el "sinhogarismo oculto", que afecta a quienes se ven obligados a elegir "entre pagar el alquiler o la calefacción o tener una alimentación adecuada". La situación de la vivienda es tan crítica que, según Hernández, "se está convirtiendo en una situación de emergencia nacional".
El drama detrás de las cifras
El testimonio de Pilar, usuaria de la Fundación Luz Casanova, ilustra el impacto personal del sinhogarismo. Tras pagar su hipoteca durante 11 años, perdió su empleo, acumuló deudas y fue desahuciada. "Me conformaría con una triste habitación, con tener algo mío", decía Pilar, que ha descrito la dureza de vivir en la calle, donde el mayor golpe es el moral.
Susana Hernández ha insistido en la importancia de la prevención para evitar que más personas acaben en la calle. Ha explicado que nadie termina en esta situación "de un día para otro", sino que es un proceso acumulativo. Detectar estas situaciones de fragilidad a tiempo es clave, ya que "revertir luego todo eso es complicado".
Una responsabilidad colectiva
Para afrontar este desafío, Hernández ha hecho un llamamiento a la acción colectiva. "Todos tenemos nuestra parte de responsabilidad sobre la vida de los demás", ha afirmado. En este sentido, ha instado a todas las administraciones (local, autonómica y estatal) a asumir sus competencias en políticas de vivienda, empleo y salud. Asimismo ha interpelado al resto de la sociedad: "Entre todos tenemos que poner en el centro a las personas más vulnerables y pensar qué parte de acción me puede corresponder a mí".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.