El milagro que abre el proceso de canonización de Charles de Foucauld

El Vaticano anunció la futura canonización del beato Carlos de Foucauld gracias al reconocimiento de un milagro obtenido por su intercesión

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A finales del pasado mes de mayo de 2020, la Santa Sede anunció la futura canonización del beato Carlos de Foucauld gracias al reconocimiento de un milagro obtenido por su intercesión. Tras su conversión,Foucauld vivió como sacerdote ermitaño entrelas tribus tuareg, en el Sáhara. Murió asesinado por unos bandidos, y aunque no llegó a tener seguidores en vida, su legado espiritual sigue teniendo una extraordinaria fecundidad.

El milagro que abre el camino a su canonización tuvo lugar el 30 de noviembre de 2016 en la ciudad francesa de Saumur. Un equipo de trabajadores de la empresa Asselin, especializada en la restauración de patrimonio trabajaba en la capilla del colegio San Luis. Uno de ellos era Charle, un joven carpintero de 21 años que cayó desde un andamio a 16 metros de altura sobre un banco, uno de cuyos trozos le atravesó justo por debajo del corazón.

En esas condiciones fue trasladado a un hospital. El jefe de su empresa pensó que sólo quedaba rezar y llamó a su parroquia de Saumur, que desde 2012 está dedicada al beato Carlos de Foucauld. Cuando el párroco recibió la llamada, estaban preparando los actos de su centenario einmediatamente se organizó una gran cadena de oración y cientos de personas oraron sin cesar para que Carlos de Foucauld intercediera por la salud de este joven.

A la mañana siguiente supieron que la operación para extraer el enorme trozo de madera había sido un éxito y ningún órgano se había visto afectado, ni por la tremenda caída ni por el trozo de madera.A los dos meses el joven estaba de nuevo encima de un andamio, no le ha quedado ni una secuela. En la parroquia de Saumur muchos pensaron que se trataba de un guiño de Dios en el año jubilar, pero era necesario profundizar.

Charle permitió que su caso fuera estudiado por la Iglesia como un posible hecho extraordinario, conclusión que ha sido ya ratificada con autorización del Papa tras una minuciosa investigación. El párroco de Saumur también ve una señal: “Cuando conoces la vida de Carlos de Foucauld, es sorprendente ver que el milagro atribuido a él concierne a alguien cuya fe no es cristiana. Es un eco de su deseo misionero de ir y evangelizar a los que no lo eran".