Esta salmantina acaba de ganar la final del Master Chef Británico que, según nos cuenta, es muy parecido al programa que se hace en España, pero este era un especial dedicado a gastronomía artesana. Comenzó a familiarizarse con la comida en la cafetería Roma, un negocio familiar que regentaban sus abuelos en Salamanca.

Estudió biología y le ofrecieron hacer el master en Gales, a donde se marchó con apenas 24 años. Allí se caso y creó su familia, pero cuando tuvo que dejar su trabajo por un tema familiar y cuando lo quiso retomar ya no pudo incorporarse a su puesto de investigadora y tuvo que ponerse a dar clases.

Sus hijos iban a casa con los amigos y Beatriz les hacía de comer y se dio cuenta de que en los fogones podía tener una salida laboral, Su primer éxito llegó vendiendo sus productos en los mercadillos de gastronomía artesanal. Botes con sofritos, alioli y hasta churros que gustaban tanto que hacía cola para comprarlos. Ese fue el pistoletazo de salida para la marca que hoy se conoce como “Sabor de amor”.

La novedad corrió como la pólvora y el boca a boca decía que había una española que preparaba unas salsas tremendas, y entonces aparece la “Paella en botella”, una emulsión que se vierte en la sartén , donde reposan el arroz, el pollo, las verduras, se añade un poco de agua y paella terminada.

Beatriz Albo dice que su cocina parece un laboratorio, que tras el éxito de ganar el Master Chef británico acaba de alquilar una local para montar una oficina y contratar a cuatro personas, porque está empezando a recibir pedidos desde Alemania, Dinamarca y Noruega; y espera que pronto su “Paella en botella” llegue a España.

Dice que ya está trabajando en tres nuevos proyectos culinarios que van a ser una revolución, pero eso ya nos lo contará más adelante.