“Se produjo una granizada monumental. En apenas unos segundos la calzada se puso totalmente blanca y el ruido dentro del coche era ensordecedor. Fue una ratonera porque los coches que no fueron capaces de reducir la velocidad, impactaron. Fue una tragedia espectacular”.

Varona, reconoce su “fortuna” porque circulaban sentido Madrid donde hubo menos problemas. Los cinco coches siniestrados dirección Madrid fueron justo los que iban delante de nosotros. Iba todo el mundo despacio. En la dirección contraria el accidente fue justo en una curva son poca visibilidad”.

“En ese momento el cuerpo te pide parar pero llamamos al 112 y luego vimos en como llegaron rápidamente las ambulancias y la guardia civil. Veíamos que a los coches que iban por el sentido contrario, no les daba tiempo a parar e impactaban contra lo que iban delante. Vimos como algunovolcaba”, advierte.

“Lo de ayer fue una terapia de conducción  que no le deseo a nadie. La hora y media de viaje a Madrid fuimos sin pasar de 120km con mucha prudencia. Te  hace ver lo frágil que es el coche y el respeto que hay que tenerle”. Álvaro agradece que sus hijos fueran dormidos y no se enteraran de lo sucedido. “Mi hija mayor tiene 8 años y haber visto aquello no hubiera sido positivo”.

En el accidente de este domingo trece personas resultaban heridas, algunas de gravedad, en una colisión múltiple con decenas de vehículos implicados y que mantuvo cortada la autovía A-1 en sentido Irún, a la altura de la localidad segoviana de Honrubia de la Cuesta .


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