Carlos Alcaraz inicia su camino en París-Bercy ante el británico Cameron Norrie con el número uno en la mira

Será el octavo duelo del español contra el actual 31 del mundo, de 30 años, el segundo de esta temporada tras el que protagonizaron en los cuartos de final de Wimbledon

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    Carlos Alcaraz debuta este martes en Paris Berçy

    Vicente Luis CánovasAgencia EFE

    Murcia - Publicado el

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    Carlos Alcaraz afronta este martes su debut en el Masters 1.000 de París-Bercy, el último gran torneo de la temporada, con un doble objetivo en mente: conquistar uno de los pocos títulos que faltan en su palmarés y asegurar el número uno del mundo en esta recta final del año. El murciano, exento de la primera ronda por su condición de segundo cabeza de serie, se medirá al británico Cameron Norrie, que venció al argentino Sebastián Báez por 6-3 y 6-4.

    El duelo, que previsiblemente se disputará en el turno nocturno, será el octavo enfrentamiento entre ambos jugadores y el segundo de la temporada. La última vez que se cruzaron fue en los cuartos de final de Wimbledon, donde Alcaraz logró su quinta victoria sobre el actual número 31 del mundo. Norrie, sin embargo, ha demostrado ser un rival incómodo para el español, con dos triunfos en su haber: la final de Río de Janeiro en 2023 y los cuartos de final de Cincinnati el año anterior.

    el murciano busca el triunfo 67 del año

    Alcaraz llega a París buscando su triunfo número 67 del año y el 18 consecutivo en torneos Masters 1.000. El tenista de El Palmar persigue levantar su cuarto trofeo de esta categoría en 2025, tras sus victorias en Montecarlo, Roma y Cincinnati. De lograrlo, se convertiría en el primer jugador desde 2016 que gana cuatro Masters 1.000 en una misma temporada, una gesta que solo ha estado al alcance de los más grandes.

    El español no pierde en un torneo de esta categoría desde marzo pasado, cuando cayó en su estreno en Miami ante el belga David Goffin, poco después de haber cedido en la final de Indian Wells frente al británico Jack Draper. Desde entonces, su progresión ha sido meteórica, consolidándose como el gran referente del circuito junto a Novak Djokovic y el italiano Jannik Sinner.

    Precisamente, Sinner se ha convertido en una referencia para Alcaraz en las pistas cubiertas, una superficie donde el español aún busca su mejor versión. “Esta parte de la temporada no la suelo hacer muy bien y me motiva el reto de mejorar lo que he hecho los años anteriores y ganar lo máximo que pueda”, confesó Alcaraz este sábado tras completar su segundo entrenamiento en las nuevas pistas de La Défense Arena, escenario que sustituye al histórico Omnisport de Bercy tras casi cuatro décadas.

    El joven murciano decidió no competir en el Masters 1.000 de Shanghái para preparar en mejores condiciones el tramo final del curso, que incluye también las Finales ATP de Turín y la Copa Davis con España. Tras conquistar Tokio, donde acabó con algunas molestias físicas, optó por priorizar su recuperación y llegar a París en plenitud.

    Más allá del título, Alcaraz tiene otro incentivo poderoso: mantener el número uno del mundo. Si alcanza la final el próximo domingo, asegurará matemáticamente acabar la temporada en la cima del ránking por segunda vez en su carrera, después de hacerlo en 2022. Sería un cierre brillante a un año de altibajos, en el que ha combinado momentos de dominio absoluto con desafíos físicos y emocionales que ha sabido transformar en motivación.

    Bajo el techo parisino, donde nunca ha logrado encadenar tres victorias consecutivas, Alcaraz buscará romper una estadística adversa y sumar un trofeo que se le resiste al tenis español desde que David Ferrer lo conquistara en 2012. París-Bercy le ofrece ahora una nueva oportunidad de reafirmarse como el gran líder de la nueva generación.