Un plan regional de Mejora de la Calidad del Aire, la modernización de la Red de Medición Atmosférica y la creación de zonas de bajas emisiones en las poblaciones de más de 50.000 habitantes (Murcia, Cartagena, Lorca y Molina de Segura) son las necesidades más acuciantes para controlar la contaminación, según se desprende del informe anual sobre la calidad del aire en la comunidad durante 2021.

Este informe, elaborado por Ecologistas en Acción de la Región y la Cátedra de Derechos Humanos y Derechos de la Naturaleza de la Universidad de Murcia y que ha sido presentado este miércoles, pone de manifiesto la necesidad de que las grandes ciudades de la Región creen esas zonas de bajas emisiones en sus centros urbanos.

Así, tanto en Murcia como en Cartagena, Lorca y Molina de Segura habría que desarrollar el transporte público sostenible, ampliar los carriles bici, aumentar la peatonalización y potenciar el uso vehículos eléctricos, al tiempo que se disminuye la velocidad máxima permitida al tráfico rodado.

"Hay que pacificar el tráfico", ha dicho el portavoz de Ecologistas en Acción, Pedro Belmonte, quien ha explicado que éste, junto a la actividad industrial son los generadores de los contaminantes atmosféricos que más afectan a la Región como el Ozono Troposférico o las particulas pm10 y pm2.5, que tienen incidencia en la salud, sobre todo de niños y mayores, y que están detrás de diversas enfermedades como las broncopulmonares.

El Ozono Troposférico afectá al 69% de la población de la Región y al 87% del territorio, sobre todo en las zonas norte, El Valle de Escombreras, Murcia y el litoral, y más concretamente en el murciano barrio de San Basilio, Alcantarilla, La Aljorra y Alumbres.

La contaminación por partículas afecta también al murciano barrio de San Basilio y a Lorca, en mayor medida, y, según Belmonte, cada vez protagoniza más fenómenos extremos y de mayor durabilidad.