En la calle Palas de Arriba del barrio lorquino de Santa María una vieja casa oculta una curiosa ermita privada del siglo XIX, que ahora está sorprendiendo a decenas de lorquinos y turistas, al haberse incorporado a la ruta de las ermitas del ayuntamiento de Lorca que recorre los barrios altos.

Ubicada entre las iglesias medievales de San Pedro y Santa María, la del Señor de la Carrera es tal vez la ermita más desconocida de Lorca, y su custodia, Juani García Pérez, nos ha abierto sus puertas para contarnos la historia del tesoro familiar que apareció dentro de una tinaja hace más de 250 años.

Según la leyenda, un antepasado de Juani que era hilador soñó en tres ocasiones con una figura de Cristo que le indicaba dónde cavar en la montaña bajo el castillo para encontrarlo.

Cuando cavó halló una tinaja y dentro de ella la imagen del Cristo, de traza románica, “que rechaza cualquier tipo de pintura y restauración” y que conserva su policromía original.

Para el Cristo el antepasado de Juani construyó una ermita en la mejor habitación de su casa y desde entonces allí se custodia la imagen, conservada de generación en generación.

La ermita del Señor de la Carrera es un lugar de veneración y recogimiento al que acuden muchos fieles a realizar ofrendas y casi todo el espacio está recubierto de cuadros y ex votos de esas promesas.

Ahora decenas de turistas visitan la ermita, muchos de ellos acompañados por el guía turístico de la ruta de las ermitas, y el pintoresco edificio sorprende sobre todo a los extranjeros

Juani, su custodia, no cobra entrada a los turistas y solo acepta la voluntad de los devotos para el mantenimiento de la pequeña ermita, aunque ha reclamado al ayuntamiento colaboración para el mantenimiento del tejado, para reparar las goteras que amenazan la hornacina del santo.