Los ladrillos de Cartagena por la Caridad construyen refugio y dignidad para los pobres entre los pobres

Entre las muchas iniciativas con las que van a celebrar el 20 aniversario está dar una casita a las Hermanas de los pobres de Perú

Maite Fernández

Murcia - Publicado el

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Llevan 20 años sembrando amor, construyendo puentes, siendo refugio de quienes no tienen a nadie...se dedican a los que sufren ya sea con enfermedades raras, por falta de recursos o incluso a aquellos lugares recónditos en los que la gente todavía muere de hambre.

Dos décadas cargadas de proyectos que han generado ilusiones, que llena de esperanza y que demuestran que el amor siempre vence y es que Cartagena por la Caridad sigue imprimiendo la frase de San Juan Pablo II en los corazones y en sus pulseras del verano.

Este año están vendiendo muchas y eso significa ayuda para tres pequeños luchadores con enfermedades raras y varias instituciones benéficas de la ciudad. Por un precio de dos euros es fácil contribuir con la causa, porque están en centenares de comercios.

La pulsera no es la única iniciativa, porque de octubre a diciembre tienen un calendario cargado de acciones emocionantes para llenar la agenda y el corazón.

Habrá  charlas, talleres, una gala solidaria, misas conmemorativas y cine social, abordando la figura de San Juan Pablo II, pero además habrá nuevas causas a las que ayudar y es que esa es la principal función que desarrollan.

Auxilian a los que lo pasan mal en Cartagena, pero también en España y fuera. En Cartagena por la Caridad se encargan de los pobres de los pobres y procuran que tengan las necesidades básicas cubiertas.

Incluso cada año en Navidad  procuran una cena o comida decente para aquellos hogares que no tienen nada, como es el caso de su proyecto en Perú.

un hogar digno

En una de sus campañas más conmovedoras, Cartagena por la Caridad ha lanzado esta acción para recaudar fondos destinados a construir una casa digna para ancianos sin recursos en Lima (Perú), bajo el cuidado de las Hermanitas de los Pobres, con quienes mantienen un vínculo profundo desde hace dos décadas. Y lo hacen con la misma fuerza con la que comenzaron hace 20 años: desde la empatía, desde la acción concreta, desde el amor al prójimo.

“Queremos que no vivan en el abandono, sino con la dignidad que merecen. No les construiremos un hotel, pero sí una casa que los abrace”, dice Matías Barco, alma mater de la organización.

En los orígenes de Cartagena por la Caridad, Sor Teresa Ponce, actualmente encargada de la casa de las hermanas de los pobres en Perú estaba en el asilo de Cartagena, por lo que los lazos son evidentes.

En este caso serán ladrillos que no solo no construirán muros, sino que derribarán desigualdades y devolverán la dignidad a esos abuelos que son recogidos de las calles y que necesitan un hogar humilde, pero seguro y protector.

Jimbee Cartagena

Los jugadores lucen la pulsera de Cartagena por la Caridad

20 años no se cumplen todos los días y ellos lo celebran multiplicando esa solidaridad. "Estamos muy ilusionados y con muchas sorpresas que también que vendrán en este año tan especial para nosotros, porque cumplir 20 años la verdad es que ha sido un trabajo difícil, arduo en ocasiones pero estamos con la fuerza de seguir llevando la caridad a todos los rincones".