Cartagena reinventa sus quioscos para evitar su cierre y dinamizar los barrios
La nueva ordenanza municipal permite ampliar la oferta con paquetería, venta de entradas y otros servicios para asegurar la viabilidad económica de los puestos
Cartagena - Publicado el
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El Ayuntamiento de Cartagena ha dado luz verde la nueva ordenanza de quioscos que busca reforzar su viabilidad económica y evitar así el cierre y abandono de muchos de ellos. La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha explicado que el objetivo es “aprovechar estas instalaciones tradicionales para atender necesidades modernas, garantizar el empleo y dar mejores servicios cerca de los cartageneros”. La iniciativa pretende acercar más servicios a los barrios y diputaciones.
Vamos a aprovechar estas instalaciones tradicionales para atender necesidades modernas, garantizar el empleo y dar mejores servicios cerca de los cartageneros"
Alcaldesa de Cartagena
Nuevos servicios para garantizar la viabilidad
Además de la venta de prensa, la norma permite incorporar una amplia gama de nuevos servicios para modernizar la oferta. Entre las nuevas actividades se incluye la venta de entradas para eventos, la distribución y recogida de paquetería o la recarga de la tarjeta del autobús urbano. “Donde antes solo se podía comprar prensa, ahora podrás comprar entradas, recoger un paquete o recargar la tarjeta del autobús”, ha subrayado la alcaldesa.
Donde antes solo se podía comprar prensa, ahora podrás comprar entradas, recoger un paquete o recargar la tarjeta del autobús"
En los quioscos también se autoriza la venta de productos complementarios como bebidas envasadas, cafés de cápsula y helados. No obstante, la ordenanza establece límites claros para que estos puestos no se transformen en establecimientos de hostelería, una actividad que seguirá prohibida salvo autorización expresa para casos concretos.
Tres modelos de quiosco y nuevas concesiones
La ordenanza define tres tipos de quioscos: el tradicional (dedicado a prensa y servicios), el de helados artesanales y el de churros y masas fritas. Todos ellos estarán sometidos a exigencias sanitarias y técnicas específicas para “garantizar la salud de los usuarios y la seguridad de las instalaciones”, según fuentes municipales.
El nuevo régimen de concesión se configura como un uso privativo del dominio público municipal. Los títulos se otorgarán por licitación para un periodo de diez años, que serán prorrogables hasta un máximo de veinte. Además, se estipula que el titular de la concesión deberá atender personalmente el quiosco, pudiendo contratar un máximo de dos auxiliares.
La regulación también incorpora criterios urbanísticos y funcionales para asegurar una correcta integración en el entorno. Se establecen distancias mínimas entre quioscos, se fijan condiciones para la instalación de publicidad y se garantiza la accesibilidad universal en los espacios donde se ubiquen para no dificultar el tránsito peatonal.
Finalmente, la nueva regulación es el resultado de un proceso de consulta pública y la emisión de informes sectoriales. El texto fue sometido a un periodo de exposición pública en el que no se presentaron alegaciones, lo que el Ayuntamiento interpreta como un consenso técnico sobre la necesidad de adaptar los quioscos a la demanda actual.