La gesta de los valientes: el Odilo Cartagena de Jordi Juste se mete en el playoff a ACB con corazón y coraje

Un triple de Hermanson quedando quince segundos hace estallar en júbilo a una afición que se rinde a sus héroes

Maite Fernández

Murcia - Publicado el

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El Palacio de los Deportes se convirtió este sábado en el escenario de una epopeya que quedará grabada para siempre en la memoria del baloncesto cartagenero. El Odilo Cartagena, con humildad, lucha y un corazón inmenso, selló su pase al play-off a la ACB con una victoria agónica por 72-71 ante el Alimerka Oviedo, en un partido que tuvo de todo: momentos duros, remontadas, épica… y un triplazo de Hermanson, que ya es historia del club.

Pero lo es él, que se la jugó por todo el equipo y por toda una ciudad, pero lo son cada uno de los componentes del equipo, que han sumado y no han querido perderse una cita clave en la que no se olvidaron del lesionado Cabrera. Como una familia encajaron los días duros y como una familia celebran.

El equipo dirigido por Jordi Juste, el arquitecto 'silencioso' de este sueño, demuestra que no hace falta tener grandes presupuestos para competir con los mejores, aunque lo hace difícil y meritorio. Cuando no se tiene el dinero hace falta algo más difícil de conseguir: identidad, compromiso y un grupo dispuesto a vaciarse hasta la última gota de sudor. Y eso fue exactamente lo que ofrecieron los jugadores del ODILO Cartagena ante un Oviedo que también peleaba por su sueño y que llegó a tener el control del partido en varios tramos.

El primer cuarto dejaba claro que no habría tregua. Los asturianos, decididos a apurar sus opciones de colarse en el play-off, cerraban los primeros diez minutos con ventaja (20-22). El segundo cuarto fue una prueba de carácter: los de Juste llegaron a estar ocho puntos abajo, pero nunca bajaron los brazos. Con una defensa cada vez más firme y un ataque más fluido, lograron cerrar el primer tiempo con un empate a 43, llevando la tensión al límite y encendiendo a la grada.

un guion emocionante

Tras el descanso, el partido entró en esa fase de batalla entre dos equipos que querían el triunfo. Pero ahí el anfitrión, recién ascendido a la Primera FEB, volvió a hacer gala de su ADN competitivo. El tercer cuarto terminó con un 54-51 que dejaba todo abierto para el último asalto y quedaba emoción para dar y repartir.

Y entonces, llegó el momento clave. Ese en el que se pelea contra los nervios, contra el rival y hasta contra el destino e incluso con los criterios arbitrales. Oviedo no cedía, Cartagena resistía, y los últimos minutos fueron una montaña rusa de emociones. Hasta que apareció Hermanson, el héroe esperado de esta historia, para clavar un triple monumental a falta de 15 segundos que puso al ODILO por delante.

Oviedo tuvo la última posesión. El Palacio contuvo la respiración. Pero era una noche escrita por un cartagenero que sabe que aquí nada se regala, que todo se pelea en la trinchera y se gana con el alma. El balón no entró. La bocina sonó. Y estalló la locura.

El 72-71 final no solo certificó una victoria. Certificó un sueño. El de un equipo humilde que, bajo la dirección de un líder como Jordi Juste, se ha ganado con esfuerzo, humildad y coraje el derecho a soñar más alto. 

Tras el último choque en Cantabria jugarán el playoff de ascenso, pero ya han hecho historia del baloncesto de Cartagena y del deporte. Sus victorias, pero sobre todo su irrenunciable estilo han devuelto a la afición del Cebé al Palacio.

Orgullosos de sus héroes ya especulan con el rival que tocará, pero la fiesta ya está conseguida. Del sobresaliente han pasado a la matrícula logrando algo que como decía el propio técnico: "Nadie lo habría esperado hace unos meses". Tiempo habrá de analizarlo, porque ahora el equipo se ha merecido disfrutarlo.