Vitoria va a tener siempre en el recuerdo a Miguel Ángel Blanco gracias a la placa dedicada a su memoria que se ha inaugurado esta semana en unos jardines de la ciudad. El concejal del PP de Ermua fue secuestrado el 10 de julio de 1997 a los 29 años de edad y asesinado dos días después por un comando de ETA.

27 años después de este atentado que conmocionó a la sociedad Euskadi suma un sexto espacio dedicado a Miguel Ángel Blanco. Unos jardines situados en el bario de Txagorritxu, detrás del Palacio de Congresos Europa.

La placa reza así: "Estos jardines rinden homenaje a Miguel Ángel Blanco, concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Ermua (Vizcaya), secuestrado y asesinado por ETA en julio de 1997. Su muerte marcó un antes y un después en la respuesta ciudadana a los crímenes de ETA y el nacimiento del 'Espíritu de Ermua', un hito en la lucha contra la banda terrorista. Este espacio mantiene vivo su recuerdo, también el de todas las víctimas del terrorismo y el de quienes luchan por la libertad y la convivencia, haciendo frente a la barbarie e intolerancia terrorista".

Todo el arco político

A la inauguración no ha faltado ningún grupo político. El acto ha estado presidido por la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxebarria, y la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, Cristina Cuesta, quienes han descubierto la placa y colocado unos flores en presencia del delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, y del diputado general de Álava, Ramiro González, entre otras autoridades.

La iniciativa fue impulsada por el grupo municipal del PP, su portavoz en el Ayuntamiento, Ainhoa Domaica, ha celebrado que "por fin" se cumpla el acuerdo mayoritario y se dedique en la capital de Euskadi un espacio a Miguel Ángel Blanco.

Ha sido bajo el mandato de la alcaldesa socialista Maider Etxebarri cuando esta iniciativa ha visto la luz, ya que el anterior regidor del PNV no apoyaba dedicar un espacio al recuerdo de una víctima concreta.

Cambio en la anomalía vasca

Etxebarria ha destacado la necesidad de mantener viva la memoria de Miguel Ángel y de todas las víctimas de ETA porque dejarlas en el olvido "sería como matarlas por segunda vez".

Por su parte, Cristina Cuesta, se ha mostrado emocionada con la inauguración de este acto aunque ha lamentado que en Euskadi "solo" existan cinco espacios públicos que lleven el nombre de Miguel Ángel, "un reflejo de la anomalía vasca que hoy en parte empieza a cambiar".

Ha dedicado este momento a los padres de Blanco, ya fallecidos, "a las 28 personas asesinadas en Vitoria, a las 45 asesinadas en Álava, a las 576 en el País Vasco y a las 853 víctimas en España". También ha criticado que haya partidos que todavía hoy no condenen "sin medias tintas" este crimen y todos los demás.