La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, se ha librado de la reprobación de la oposición que ha tumbado la mayoría de PNV y PSE en su debate en el Parlamento vasco, pero no de ser cuestionada políticamente por "mentir" respecto a la vacunación irregular de los hospitales de Basurto y Santa Marina y por el "descontrol" del proceso de inmunización de la población frente al coronavirus.

La censura a Sagardui planteada por EHB y reclamada en sus respectivas enmiendas también por PP+Cs y Podemos fue registrada en febrero y ahora se ha reactivado ante el "rodillo" de PNV y PSE para "vetar" las comparecencias parlamentarias de los implicados en la vacunación irregular. Frente a esta ofensiva el Gobierno vacso con el lehendakari a la cabeza ha cerrado filas con Sagardui a quien el propio Urkullu acompañaba a su llegada a la Cámara vasca.

EHB y PNV, enemigos íntimos

El cuerpo a cuerpo más duro se ha vuelto a dar entre la coalición abertzale y los jeltzales. La portavoz de EHB, Rebeka Ubera, les ha acusado de "poner el ventilador para repartir la mierda" y eludir responsabilidades y haseñalado que la sociedad vasca "no se merece un gobierno que mienta y haga y deshaga a su antojo como si este Parlamento fuese un cortijo".

El parlamentario del PNV, Luis Javier Telleria, ha rechazado la reprobación porque no ha habido mentiras sino un "error de descoordinación" (en la vacunación masiva de Santa Marina cuando el protocolo era no sprepasar el 50% de la plantilla) y ha reprochado a EHB que ejerza una política "miserable, ruin e indigente" porque ya hizo un "juicio sumarísimo" a la consejera antes de que diese explicaciones. "Ahora buscarán otras falacia", ha lamentado.

Depurar responsabilidades

Desde PP+Cs, Laura Garrido, ha criticado que el Gobierno vasco no haya querido nunca "llegar hasta el final de las irregularidades" y a Sagardui por "construir su castillo de la mentira que algún día se le derrumbará".

El grupo de Podemos-IU ha hecho la crítica más suave, su parlamentario Jon Hernández ha denunciado que la "maniobra" de PNV y PSE para rechazar las comparecencias ha sido una "mordaza" que ha llevado a su coalición a apoyar la reprobación.