El Belén de los Díez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La familia Díez monta cada año un gran Belén en su casa, situada en el barrio de Lakua-Arriaga de Vitoria-Gasteiz, y lo hace con esmero y cariño.
Es una labor que necesita dedicación desde bastantes semanas antes ya que la composición luce vegetación natural y para llegar a tenerla a punto hay que empezar a sembrar un tiempo antes. Legumbres, maiz, etc... Luis Ángel Díez, el padre, se afana en mantener su plantación en miniatura cada año. Hay temporadas con mejores cosechas que otras. Cuando no sale bien hay que volver a plantar y esperar, pero se hace con gusto.
Los cuatro miembros de esta entrañable familia comparten la afición pero admiten que son el padre y una de las hijas, María, quienes más se dedican a la puesta en escena que alcanza algo más de cuatro metros de largo.
El Belén, además de la vegetación viva y fresca, dispone de norias, agua en movimiento, luces estratégicamente colocadas, figuras y complementos que han ido adquiriendo a lo largo de los años, etc. Llenar más de 4 metros de largo no es tarea fácil pero para ellos es una satisfacción. María ha construido con sus propias manos una buena parte de este atractivo Belèn. También ella decora el resto del domicilio. Confiesa que desde pequeñita ya se sentía atraída por todo lo que sus padres colocaban en navidad en la casa.
La familia también disfruta compartiendo el Belén con aquellos vecinos, amigos y familiares que se acercan a contemplarlo.
Luis Ángel y su mujer han montado el Belén desde que se casaron, cuando aún no estaban sus hijas, pero ha ido aumentando con los años las piezas y la mesa donde lo colocan. Han de prescindir, precisamente estos días de Navidad, de la mesa del comedor porque les sirve de soporte y han ido añadiendo otras maderas más para alargar lo que parece una obra artística.
De hecho su salón se transforma, desplazan el sofá y acomodan todo en función del Belén.
Al menos ahora no lo desmontan el día 7 de enero como hacían antiguamente. El Belén de los Díez permanece alumbrando el corazón de la casa hasta “las Candelas ”, a primeros de febrero. Hasta esa fecha hay que mantenerlo, regar, repararlo y cuidarlo y esta familia está siempre dispuesta a ello.