Más de 100 días de huelga de los jardineros de Vitoria: "No se puede vivir en Euskadi con nuestro salario"
En COPE cuentan que acuden esperanzados a la primera reunión convocada por el Gobierno vasco mientras la ciudadanía lamenta que la ciudad está "salvaje"
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Entre la crecida maleza de Vitoria se filtra un rayo de esperanza. La de los jardineros de la ciudad que, después de 103 días de huelga, confían en que la mediación del Gobierno vasco solucione el conflicto laboral. Así lo ha expresado en COPE, Rafa Busto, del sindicato ELA, que tiene la mayoría del comité. “Ojalá que lo solucionemos cuanto antes, estamos deseando volver a trabajar”, ha deseado.
La vegetación campa a sus anchas en el barrio de Lakua, Vitoria
El Departamento vasco de Trabajo es el que ha convocado este lunes (a las 15:00 horas en Lakua) a los sindicatos y a la empresa Enviser, que gestiona los parques y jardines de Vitoria, para tratar los problemas detectados en el cumplimiento de los servicios mínimos, pero sobre todo, para facilitar la negociación entre las partes a las que pide “realismo, la responsabilidad y voluntad” de alcanzar un acuerdo beneficioso para todos.
"vitoria está fatal"
La vegetación crece sin control en las zonas verdes de Vitoria y yace tan seca como aplastada por las toallas de los ávidos bañistas que estos días de calor han acudido a las piscinas municipales de Gamarra y Mendizorroza.
Rafa e Ismael, jardineros de Vitoria en huelga desde el pasado 26 de marzo
La ciudadanía lamenta el estado de la “green capital”. “Está Vitoria que no la reconozco, fatal, con lo bonita que es”, ha señalado en nuestros micrófonos una vecina de la capital alavesa cuya opinión comparte, Julen, quien considera que “está todo salvaje, como abandonado, con la hierba que supera el metro en muchos jardines”.
líneas rojas
La reunión de esta tarde llega después de que las ofertas realizadas desde Enviser y la mediación del Ayuntamiento hayan sido insuficientes. Rafa Bustos, ha señalado que las líneas rojas con la que acuden a la cita es un “salario digno”, en algunos casos por debajo del SMI y un “convenio propio”, al margen del estatal. “No se puede vivir en Euskadi con 1.200 euros”.
Al Ayuntamiento le pide más implicación y que revise al alza sus contratas, para evitar situaciones de precariedad. "La empresa subcontratada es privada, pero el servicio que realizamos es público".