Los niños aprenden a reciclar: la lección que empieza en casa y cuida el planeta

El pediatra Raimon Pellach destaca la importancia de enseñar a los más pequeños a separar residuos como una herramienta educativa para su desarrollo y convivencia

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el

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La preocupación por el calentamiento global y el cuidado del planeta se ha convertido en una constante. En este contexto, el pediatra Raimon Pellach, de la Asociación Navarra de Pediatría, subraya la importancia de la educación medioambiental desde la infancia. Según Pellach, enseñar a reciclar no solo es fundamental para la salud del planeta, sino que también representa “una muy buena oportunidad de poder educar”. El experto insiste en que, si se enseña desde pequeños, el cerebro de los niños asimila estos hábitos para su neurodesarrollo, convirtiéndolos en una rutina consolidada.

Aprender con el ejemplo

Para que la lección sea efectiva, el ejemplo de los adultos es insustituible. Pellach advierte de la incoherencia que supone para un niño recibir una instrucción que los propios padres no cumplen, como en el clásico ejemplo: “me dicen que no fume, mi padre fuma”. La clave, asegura, está en la coherencia entre lo que se dice y se hace. “Si no lo acompañamos con el ejemplo, de nada sirve, porque ellos nos miran, ellos nos están observando continuamente”, afirma. Un niño, explica, está siempre atento, escuchando y observando, por lo que el comportamiento de los adultos queda grabado en su “disco duro”.

El pediatra recuerda la capacidad de los más pequeños para seguir normas, algo que quedó demostrado durante la pandemia. “¿Quiénes fueron los que mejor supieron acatar las normas cuando llegó el COVID 19? Los niños”, reflexiona Pellach, destacando que, con la guía de los docentes, asumieron las medidas de prevención de manera ejemplar. Esta misma capacidad, sostiene, se puede aplicar al reciclaje si se enseña de forma lúdica y clara, utilizando los contenedores de colores como una herramienta de aprendizaje.

El termómetro social es la infancia, sin duda alguna"

Más allá del reciclaje: educar en convivencia

El acto de separar residuos puede ser el primer paso para que los niños adquieran otras responsabilidades en el hogar. Pellach anima a convertirlo en una rutina divertida, como recoger su propio plato después de comer y depositar los restos en el contenedor correspondiente. “Venga, cariño, ya has acabado de comer, tú recoges, si quieres empieza por tu plato”, sugiere el pediatra como una forma de iniciarles en estas pequeñas tareas.

No son tareas del hogar, son tareas de convivencia"

Estas responsabilidades, insiste Pellach, no deben verse como meras “tareas del hogar”, sino como “tareas de convivencia”. Al enseñarles a participar, se les está educando en valores fundamentales para una sociedad más colaborativa. El experto concluye que la infancia es el reflejo de la sociedad, afirmando que “el termómetro social es la infancia, sin duda alguna”. Por ello, escuchar sus comentarios, tanto críticos como de afirmación, es vital para construir un futuro mejor a través de la máxima de “enseñando, educando y educando, enseñando”.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.