Un experto revela las claves para proteger a los niños de la ola de frío y nieve

El pediatra Raimon Pèlach detalla cómo actuar con los más pequeños, desde la ropa y la ventilación en casa hasta la alimentación más adecuada para el frío

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el

3 min lectura

La ola de frío y las intensas nevadas que afectan a gran parte de Navarra han puesto el foco en la salud de los más pequeños. Ante esta situación, el pediatra Raimon Pèlach, de la Asociación Navarra de Pediatría, ha ofrecido una serie de recomendaciones en el espacio 'Escuela de familias' de COPE Navarra, insistiendo en que los niños deben disfrutar del entorno. "No podemos negarle a un niño la salida a ese medio ambiente", afirma Pèlach, quien recuerda que "los niños son mucho más lógicos en situaciones extremas que nosotros". La clave, según el experto, es tomar las precauciones adecuadas: "bien abrigados, guantes, su gorro, sus botas, y que jueguen".

Qué niño no tiene una cara de felicidad cuando sale a una zona que ha nevado"

MINISTERIO DEL INTERIOR

Carretera nevada en el Pirineo

El cuerpo tolera mejor el frío que el calor

Pèlach explica que, fisiológicamente, el cuerpo humano tolera mejor el frío que el calor. Para ilustrarlo, recurre a un ejemplo extremo: un alpinista puede sobrevivir a temperaturas gélidas, aunque sufra la amputación de partes distales como los dedos. Esto ocurre porque "el cuerpo es muy listo, y dice, donde no puede faltar la sangre es en el centro, corazón, pulmones, resto de vísceras, y de poderse eliminar, elimino las partes finales".

El cuerpo es muy listo, y dice, donde no puede faltar la sangre es en el centro"

La situación es radicalmente opuesta con las altas temperaturas, que pueden provocar la muerte en poco tiempo, como en el caso de un golpe de calor. Según el pediatra, el calor produce una sensación de estar "abotargado", mientras que el frío estimula porque "se produce una vasoconstricción de los vasos, y la sangre llega bien". Esta diferencia, señala, se refleja incluso en el ritmo de vida más pausado de los países con climas cálidos.

Claves en casa: ventilación y temperatura

El aumento de resfriados en invierno no solo se debe al frío, sino también a la permanencia en espacios interiores cerrados. Por ello, Pèlach subraya la importancia de ventilar las estancias, una lección aprendida durante la pandemia. Recomienda mantener una temperatura estable en casa que no supere los 20 o 21 grados para evitar los cambios bruscos al salir o entrar.

Al regresar a casa después de haber jugado con la nieve, es fundamental "sacar rápidamente la ropa que esté mojada, ponerle otra". Un baño o ducha caliente puede ser beneficioso. En caso de que un niño presente mucho frío y tirite, el experto aconseja "poner rápidamente ropa seca" y estimular el cuerpo con masajes o frotando con toallas. Estas medidas se aplican a un enfriamiento leve, no a una hipotermia grave que requiera atención médica urgente.

Alimentación y cuándo ir al pediatra

En cuanto a la alimentación, Pèlach recomienda platos calientes como las sopas, pero a una temperatura que no queme para que el niño los acepte bien. También es importante seguir ofreciendo fruta y preguntarles qué les apetece. Para la hidratación, aconseja beber agua a temperatura natural, ya que el agua muy fría puede causar espasmos en la garganta. Además, recuerda que un niño "bien nutrido o bien hidratado de tiempo" tolerará mucho mejor las situaciones de cambios bruscos.

Finalmente, sobre cuándo se debe acudir al pediatra, el doctor apela al "sentido común" de las familias. "Si algo no te gusta como está el niño o la niña, ve, no te quedes con la duda", aconseja. Ante síntomas respiratorios o cualquier señal que preocupe, es necesario consultar. Sin embargo, si el niño solo tirita de frío, se deben aplicar primero las medidas de calor y "observar la evolución" sin precipitarse, pero sin demorarse si el estado no mejora.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.