La ciudadela de Pamplona es una fortificación renacentistadel siglo XVI con antiguo uso militar. “Una muralla verde”, tal y como la ha calificado Enrique Maya, arquitecto y exalcalde de Pamplona, que hoy analiza esta construcción pamplonesa en esta sección de urbanismo en Cope Navarra.

Fue declarada como Monumento Histórico Artístico Nacional (Bien de Interés Cultural) el 8 de febrero de 1973.En 2012 obtuvo el premio de Patrimonio Cultural de la Unión EuropeaEuropa Nostra en la categoría de 'Conservación', además del premio especial del público.

La Ciudadela fue un pentágono estrellado de cinco puntas perfecto, aunque a finales del siglo XIX y principios XX se derribaron parcialmente los baluartes de San Antón y La Victoria para dar salida a la ciudad, que se encontraba encerrada. Ambos baluartes apuntaban hacia el interior de la ciudad. Así nació el Primer Ensanche, cediendo el ejército parte de su territorio a la ciudad de Pamplona. Se formaron así algunas viviendas y nuevos cuarteles extramuros, así como posteriormentela Avenida del Ejército (1971), lo que determinó su forma actual. Este año se realizó una restauración de la muralla exterior, restaurando elementos dañados o alterados y limpiando la piedra.

En 1972, el Ayuntamiento planteó dejar sin edificar el solar del antiguo cuartel de Artillería (situado junto a la calle Yanguas y Miranda, en el extremo este de la Ciudadela donde hoy se ha construido la Estación de Autobuses), con objeto de respetar el entorno de la fortificación, y en diciembre solicitó al Gobierno la declaración de Monumento Histórico-Artístico Nacional, de todo el conjunto, lo que se obtuvo por Decreto 332/1973 de 8 de febrero del siguiente año.

Sobre los restos del Baluarte de San Antón se edificó el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra (conocido como Baluarte). La obra concluyó en 2003. Cuatro años después se conluyó la nueva Estación de Autobuses de Pamplona, soterrada bajo los glacis de la Ciudadela, tal y como explica Enrique Maya. .

¿Cuándo se construyó?

Felipe II, “con quien no se ponía el sol en el Imperio español”, ordenó su construcción en 1571, dentro de un plan de renovación y fortalecimiento general de las fortificaciones de la ciudad. Según explica Maya, se construyó para defender la ciudad de los fuera, pero también de los de dentro. De hecho, el ingeniero Antonelli informó a Felipe II en 1569: "Pamplona es ahora más frontera que metrópoli... ha de tener un muy principal castillo, porque estando aún fresca la memoria del gobierno de su rey natural... todavía es necesario asegurarse también con una fuerza, de sus voluntades... La obra deberá servir para defenderse del peligro extrínseco, pero también intrínseco". El encargado de diseñarla fue el ingeniero militar Giacomo Palearo, por sobrenombre "el Fratin", y en la que participó también el virrey de Navarra Vespesiano Gonzaga y Colonna.

Las denominaciones de los baluartes son: San Antón, el Real, Santa María, Santiago y la Victoria. La Puerta de Socorro, que da salida a Iturrama, los revellines de Santa Isabel y Santa Ana, el polvorín, el almacén de mixtos, la sala de armas... Un tesoro que muchas veces los pamploneses no alcanzan a saborear en su debida medida. De hecho, esta Ciudadela está abierta al público, cosa que otras ciudadelas no lo están.