La Rioja es una de las Comunidades Autónomas en las que sus ciudadanos realizan un menor esfuerzo fiscal en impuestos aplicados a personas físicas, lo que la sitúa mejor incluso que el País Vasco y Navarra, dos territorios limítrofes con un particular sistema fiscal. Por el contrario, La Rioja está peor en los aplicados a personas jurídicas, es decir, a empresas. Así lo revela el informe “Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2019” del Consejo General de Economistas.
Ernesto Gómez Tarragona, decano del Colegio riojano de Economistas, ha explicado que, en La Rioja, lo que pagan las rentas medias y bajas en el IRPF está por debajo de la media nacional; en Patrimonio, es donde menos se paga, salvo en Madrid; y en Sucesiones, baja tributación entre padres e hijos, pero sin bonificación entre hermanos.
Por su parte, el consejero de Hacienda, Alfonso Domínguez, ha coincidido en que hay que reducir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones entre hermanos, recordando que lo contemplaba el proyecto de Presupuestos para 2019 que fue rechazado en el Parlamento.
Este informe también concluye que La Rioja cuenta con muchas deducciones fiscales, pero algunas de escasa cuantía y aplicabilidad.