Comer o picar, (en 'El Rincón de Alberto') todo es empezar
Alberto Andrés, chef y propietario de este coqueto rincón de la céntrica calle San Juan de Logroño, nos propone varios platos y tapas

Comer o picar, (en 'El Rincón de Alberto') todo es empezar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En el número 3 de la céntrica calle San Agustín de Logroño se encuentra un gastrobar de obligada visita en la capital de La Rioja: 'El Rincón de Alberto', una casa de comidas en la que el producto y la confianza plena en sus abastecedores (fruteros, horticultores, pescateros y carniceros de toda la vida) son ya garantía de éxito.
Su chef y propietario, Alberto Andrés, ha vuelto a protagonizar este mediodía 'La Hora del vermú' de COPE Rioja, nuestra ventana semanal a la mejor gastronomía de la región, que en este capítulo se ha detenido en algunas de las exquisiteces que se pueden disfrutar en este local.
La conversación, que hemos iniciado en la barra con un 'blanquito' de 'Piérola' generosamente acompañado por una deliciosa docenita de ostras, "las traemos de Asturias y están riquísimas", nos ha asegurado Alberto, ha girado en torno a las más de 300 referencias de vinos con que cuenta su restaurante. Etiquetas, todas ellas, conocidas perfectamente por Andrés, que siempre sabe recomendar al comensal el vino perfecto para acompañar cualquier tapa o plato.
Ya en la mesa, la charla ha girado a los guisos "de toda la vida" que uno puede encontrar cualquier día en su carta. "Yo creo que la cocina de menudillos siempre ha estado ahí, independientemente de las modas. Esos callos que hacían nuestras abuelas, o las patitas que siempre se guisaban en casa, suponen una auténtica tentación para nuestros clientes", explica el chef, "y quizá no se encuentran mucho por ahí porque tienes que estar completamente seguro de quien te sirve el producto y de todo el proceso de limpieza y cocción que llevan este tipo de platos antes de poder servirse en un restaurante".
Y como nuestra confianza en su profesionalidad es absoluta, nos pedimos ahora un plato de sangrecilla de cabrito, con un Crianza de 'Alegre-Valgañón' verdaderamente delicioso.
Luego llegan los huevos camperos fritos con su puntilla y acompañados de trufa negra rallada, y un rodaballo salvaje a la parrilla que desemboca en nuestro estómago antes de dar cabida a una torrija caramelizada que nos ha transportado directamente al séptimo cielo.
Por eso lo de la obligada visita. No dejes de pasarte por allí. Y si reservas mesa previamente (666910907) mucho mejor.
¡Buen provecho!